La otrora señorial y leal Ciudad de los Palacios, ahora llamada simplemente “el defe”, o Ciudad de Vanguardia y Esperanza, porque ahí todo se vale, (próximamente también consumir cigarritos malhechos) lo cual hasta cierto punto le ha dado fama mundial, aunque ahora es una ciudad atosigada por cientos de marchas de protesta, incluida una marcha que protesta por tantas marchas de protesta, encara un nuevo problema llamado “aborto turístico”, pues por si usted no lo sabe, en el DF el aborto está permitido, cuando este no ha llegado a cierto número de semanas.
El caso es que todas las nenorras que han practicado el ñaca-ñaca y su causante se ha hecho ojo de hormiga pendeja, ahora llegan al “defe” esperando que se les solucione su problema.
Pero ahora resulta que los panuchos del PAN, famosos por mochos, han decidido poner un hasta aquí al llamado “Aborto Turístico”, y ya presentaron en la Asamblea Legislativa una iniciativa para reformar la Ley de Salud y estipular que por lo pronto solo sean las chicas capitalinas que han dado su mal paso, las que accedan a este servicio en el sector público, pues atender a pacientes foráneos ha costado al GDF cerca de 5 millones de pesos. Solo este año. Por lo que se les pedirá a las chicas foráneas que dieron su mal paso, que vayan poner su huevo a otra parte. Cómo la ve.
Y las razones que dan es que al otorgar la interrupción legal del embarazo a cualquier persona genera, según el promotor de la reforma, el Panista Orlando Anaya, el llamado “Turismo médico del aborto”.
“Es una práctica que desangra el presupuesto de la salud, dinero que está destinado a la atención prioritarios de las y los capitalinos, y por supuesto pone en riesgo la salud de las mujeres que se someten a este procedimiento.”
El Panucho explicó que en la Ciudad de México, diversas clínicas particulares ofrecen realizar estas intervenciones médicas a precios desde 2 mil 500 pesos. El gobierno por otro lado, las realiza libres de costo.
LA NOTA DE LO QUE NO SE NOTA...
Y hablando de pelota caliente. Recordamos cuando hace varias lunas, escribíamos una nota sobre beisbol, la que firmábamos bajo el seudónimo por Pancho Alba T., y lo primero que nos llamó la atención después de no ver beisbol desde que pasó la época de Fernando Valenzuela fue la desaliñada vestimenta de los peloteros.
Acostumbrado a ver beisbol de las llamadas Ligas Mayores, de las que siempre discutimos desde nuestros tiempos en La Opinión, con Rudy García, en Los Ángeles, la razón porqué se le llama Serie Mundial a una competencia en la que no participan países en donde se practica el beisbol, como la República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Cuba, Japón o México, por nombrar unos cuantos, contrario a la Copa Mundial de Fútbol Soccer, en la que todo el mundo participa, por lo que con todo derecho se le puede llamar al ganador, “Campeón Mundial de Fútbol Soccer”, como lo han sido Brasil, Argentina, Alemania, Inglaterra, etc., sin que haya absolutamente ninguna objeción.
Pero no es a eso a lo que queremos hacer referencia, sino a la vestimenta de mamarrachos que les ha dado por vestir últimamente a los peloteros que juegan en las “Ligas Mayores”, en las que si hay algo hay de cierto, es que se juega el mejor y mejor pagado beisbol del mundo, valga la redundancia. Si usted alguna vez por casualidad todavía recuerda como lucían en los tiempos del Gran Comisionado, los equipos de beisbol de las Ligas Mayores como eran los Yanquis de Nueva York, los Dodgers de Los Ángeles, los Rojos de Cincinnati, o cualquier equipo de Ligas Mayores, verá usted que eran perfectamente alineados, elegantes, con sus medias de beisbol como debe ser, y su pelo perfectamente recortado. Eran los tiempos desde Ted Williams, Joe Dimagio hasta Mickey Mantle.
En cambio ahora vea como ninguno usa medias, lo que los hace lucir como el Glostora del grupo de los Xochimilcas, o sea como indios con ajustados pantalones de manta. Y si a eso le agrega que ninguno se rasura, ni menos se cortan el pelo que les brota de la gorra, lo que los hace lucir como auténticos espantapájaros. Lo que no sucede en el fútbol, en donde hasta se les prohíbe quitarse la camiseta cuando anotan un gol. Cuestión de que a los peloteros alguien les jale las orejas, (y cuiden el uso de drogas). Pero desgraciadamente el temido Comisionado de Beisbol parece que ya es cosa del pasado.
JUAN MANUEL MÁRQUEZ SÍ PERDIÓ LA PELEA
Nos tocó ver por la Tele la pelea entre el campeón Tom Bradley y el retador Juan Manuel Márquez originada en el Thomas & Mack Center, en donde parece que los peleadores mexicanos no dan una. Siempre hemos pensado que J.M. Márquez se debió retirar cubierto de gloria, después de su victoria indiscutible sobre el hasta entonces invencible Manny Pacquiao. Pero poderoso caballero es don dinero, y pensando que aparte de embolsarse seis melones, podría ganar otro título, se la jugó, lo que esta vez no le funcionó. La pelea fue efectivamente muy cerrada, y tal vez pudo inclinarse a favor de Márquez de no ser por el fatídico doceavo round, en la que estuvo a un pelito de irse de nalgas al recibir una zurda del campeón Bradley, quien, boxeando de lado y sobre piernas al estilo Mayweather, mantuvo a raya a Márquez a base de jabs toda la pelea, quien, acostumbrado al contragolpe, nunca pudo hacer daño al elusivo campeón. Además, Márquez, a sus 40 + años de edad, ya debe pensar en el retiro y disfrutar de las millonarias sumas que legítimamente ha ganado. Tú cómo la ves, mi estimado Francisco con el que cubrimos tantas y tantas peleas.
COLOFÓN
Finalmente y como tiempo hace que no nos ocupamos de la República Socialista y Bolivariana de Venezuela, la que no la está pasando nada bien, pues la inflación y el desabasto está haciendo estragos, he aquí lo que declaró el sociólogo de ese país, Tulio Hernández:
“Creíamos que el socialismo del Siglo 21 no había sido capaz de crear un hombre nuevo. El hombre nuevo sí existe. Es una bestia de rapiña. El chavismo lo doctoró”.
Y México no hace tan malos quesos en Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
Y ya seguiremos... Corro... borando.
