Como un signo inequívoco de que una de dos, o la Guerra Fría, bajo el gobierno de Vladimir Putin en su nueva era está de vuelta, -solo hay que ver lo que está pasando en Ucrania- aunque lo que es seguro es que, como un reto a la Alianza de Atlántico (OTAN), liderada por los Estados Unidos, mientras son peras o son manzanas, los rusos ya están de regreso en Cuba, y como muestra es un hecho que esta es la segunda ocasión, en menos de un mes, que un barco, de los llamados de inteligencia, -espías pues- atraca en los muelles de La Habana, aunque según dicen, solo “en plan de visita”.
Y como muestra solo basta echarle un ojo al comunicado presentado por la Agencia AFP y DPA:
LA HABANA.- El buque de inteligencia CCB-175 Viktor Leonov, de 91.5 metros de largo y 14.5 metros de ancho, ingresó esta semana a la bahía de La Habana a las 10:00 horas tiempo local.
Este buque de reconocimiento, dice la nota, que navega con unos 200 tripulantes, entró en funciones en 1988 en la Flota del Mar Negro, con base en Sebastopol, Crimea, puerto recién incorporado a Rusia sin disparar un solo tiro. Este mismo buque siete años después fue transferido a la Flota Norte, según medios rusos. Como es costumbre, ni las autoridades ni la prensa cubana anunciaron el arribo del buque ruso, y tampoco lo hicieron en su visita anterior, cuando permaneció anclado en La Habana cuatro días a fines de febrero.
VISITA AMISTOSA
En cambio, los medios cubanos anticiparon en agosto pasado la “visita amistosa” a La Habana de una flotilla rusa encabezada por el lanzamisiles Moskva (Moscú), que incluso pudo ser visitado por altos oficiales, incluido el público cubano.
Como se recordará, Moscú y La Habana fueron estrechos aliados 30 años durante La Guerra Fría, hasta la desaparición de la Unión Soviética en 1991, hecho provocado tras un distanciamiento durante el gobierno de Boris Yeltsin (1991-1999), suspendiendo sus lazos políticos y económicos, así como la colaboración militar.
Y no fue sino hasta diciembre de 2008, cuando tres navíos de guerra rusos, encabezados por el Almirante Chabanenko, visitaron la isla 20 días después que el entonces presidente ruso Dimitri Medveded, y su homólogo cubano Raúl Castro, relanzaran las relaciones bilaterales. Fueron los primeros buques rusos que visitaban Cuba desde 1991.
Esta segunda visita del buque Viktor Leonov a La Habana ocurre en medio de tensiones entre el Kremlin y las potencias occidentales por la incorporación a Rusia de la península de Crimea, que oficialmente pertenecía a Ucrania.
LES INTERESA LATINOAMÉRICA
La semana pasada el periódico Excelsior de México, informó que Rusia ha comenzado a enviar buques y aviones de guerra a Latinoamérica, una región que Estados Unidos considera como estratégica por su cercanía.
La visita de los buques y aviones rusos tienen el propósito político de “mostrar la bandera de Rusia”, aunque también está impulsando el renacimiento de su industria de armamento, según dijo el Instituto Internacional de Estocolmo para Investigación de la Paz (SIPRI).
Venezuela informó asimismo que a pesar de su precaria situación, adquirió más de once mil millones de dólares en armas como buques y misiles a Rusia. Y el gobierno de Costa Rica asegura que Nicaragua, que igualmente difícilmente tiene para comer, podrá recibir seis navíos de guerra.
Asimismo, esta semana, el vicepresidente del Comité de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento) para Asuntos Económicos y Empresariales, Mikhall Emelyanov, dijo que Rusia tiene el interés de participar en la construcción de un Canal Interoceánico para Nicaragua, que emprenderá una compañía china.
Dicho canal sería la competencia directa al Canal de Panamá, un aliado de los Estados Unidos en la región. Se espera que la construcción del canal de Nicaragua, valorado en 40 mil millones de dólares, comience a finales de este año, según informó el presidente de tendencias izquierdistas Daniel Ortega.
Y LA UNIÓN DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC
Y hablando de la unión de los océanos. El único país que no ha dicho nada hasta la fecha, es México, pues desde el Proyecto Puebla-Panamá iniciado a principio del años 2000, que uniría comercialmente a la región del sureste, desde Puebla hasta Panamá e iniciado por el gobierno de Vicente Fox, el que por cuestiones políticas se ha quedado en el tintero, hasta la llegada del gobierno de Enrique Peña Nieto en el que se volvió a hablar del asunto, una vez conocido el proyectado Canal de Nicaragua, que daría una gran competencia al Canal de Panamá, motor de la economía de ese país.
Hay que tomar en cuenta asimismo, que para unir al Océano Pacífico a través del Golfo de México con los puertos comerciales de Estados Unidos, como el de Houston, la ruta más corta sería a través del Istmo de Tehuantepec, solo que esta vía tendría que ser construida a través de canales y vías férreas, lo que al mismo tiempo crearía miles de empleos.
Para eso la empresa Beijing Sangson International Trade Group, impulsora de proyectos como Bahamar, en Bahamas; la isla de La Palma en Dubai; el Tren Ligero Wuhan, la Alberca Olímpica y el Edificio Imposible en Pekín, entre otros, buscará también participar en los proyectos férreos en México junto con sus varios socios, entre ellos China Railway Group, así que como se ve la competencia es terrible, pero de que una cosa es segura, es que como se llamó aquella famosa película... “The Russians are comming”... pero también los chinos.
Finalmente aquí en México, con eso de la famosa Línea Dorada del Metro de la Ciudad de México, “joya de la Corona de Marcelo Ebrard”, sigue volando el estiércol por el ventilador de la política, principalmente contra el Carnal Marcelo Ebrard, pues entre más le buscan, más trinquetes salen a la luz y todos los personajes envueltos le siguen haciendo al ping-pong.
Y sin más por el momento... ya seguiremos... Corro...borando.