El ex alcalde de una de las ciudades más populosas y dificultosas del planeta, Marcelo Ebrard, parece que encontró su Waterloo en la obra que parecía ser la joya de la corona durante su administración, o sea la llamada “Línea Dorada”, que une a dos de las partes más lejanas y populosas de la Ciudad de México y que debería dar servicio diario a medio millón de habitantes . Ahora todo parece que este engorroso fracaso se originó, cuando como buen político, se empecinó en inaugurar esta magna obra dentro de su mandato, lo cual le daría la suficiente popularidad como para considerarse el candidato más viable a la Presidencia de la República. Deseos que nunca ocultó. Para esto, el Carnal Marcelo, como es popularmente conocido, tuvo que doblar las manos ante el presidente Felipe Calderón, al que al inicio de su mandato consideró como “espurio” y se negó incluso a aparecer junto a él en las fotos, por considerarse el mismo de extrema izquierda, siguiendo los designios de Andrés López Obrador, al que torpemente cedió la candidatura a la presidencia, a pesar de que en esos momentos era mucho más popular que AMLO, debido a su hasta entonces atinada gestión. Lo que los que dicen que saben, consideran como el error político más grande de su carrera, pues en esos momentos gozaba de enorme popularidad. Y eso no fue lo peor, sino que al faltarle dinero para terminar la mentada Línea Dorada, se vio en la necesidad de solicitar $2,500 millones al gobierno federal para terminar la obra, lo que dio como resultado que al inaugurar la tantas veces citada Línea Dorada, se vio en la necesidad de tragarse sus palabras, al verse obligado a invitar al presidente Calderón, posando juntos en la foto que salió en todos los medios de comunicación, así que todos dijeron, “no que no tronabas pistolita”, pues se comprobó que no es negocio ponerse a las patadas con Sansón.
Para esto hay que aclarar que hasta ese momento, Marcelo Ebrard gozaba de una enorme popularidad, pues hasta entonces se le consideraba como uno de los mejores alcaldes que ha tenido el Defe, por haberse preocupado siempre por las clases populares, a las que les dio desde el Metrobús, pistas de hielo y funciones gratuitas con los mejores artistas en el Zócalo, y en el verano creó las famosas playas artificiales en el corazón de los barrios más pobres, trayendo la arena de playa quién sabe de dónde. Para esto, en la actualidad Marcelo Ebrard se encuentra en plena campaña para dirigir el PRD, para de ahí saltar como candidato a la presidencia. Todo esto, antes de estallar la bomba, pues entre otras cosas, después de haber inaugurado esa obra, ya se había descubierto que faltaba construir varias escaleras eléctricas, algunos techos tenían coladeras de agua, así como que no funcionaban los ascensores para personas de la tercera edad y muchos detalles más, lo cual hasta en entonces se consideraba como pecata minuta, antes de estallar lo que resultó como el mayor fracaso de su administración, al descubrirse que las ruedas de los trenes no embonaban en las vías férreas, lo que pudo ocasionar un descarrilamiento de fatales consecuencias, ocasionando que el actual alcalde, Miguel Ángel Mancera, se vio obligado a clausurar la mitad del recorrido del Metro estimado en medio centenar de kilómetros, dejando a cientos de miles de pasajeros sin ese vital servicio, con el resultado que ahora todos hacen responsable a Marcelo Ebrard, lo que significaría el fin de su carrera política. Pero como ocurre siempre en nuestro México, ahora todos se echan la bolita de un lado a otro, con el resultado que como diría el Monje Loco, “nadie sabe, nadie supo”, pero lo que sí podemos afirmar es que las aspiraciones del Carnal Marcelo se pueden dar por terminadas. A menos que este mega lío se aclare, lo cual desde luego dudamos.
Y HABLANDO DE ALCALDES
Pues resulta que el Alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, quien hace unas cuantas semanas encabezó una misión de empresarios de California al DF y al estado de México, no solo vino a comer tamales, pues resulta que esta misión fue encomendada nada menos que por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos -USCM, por sus siglas en inglés- para presidir un nuevo “Grupo Especial de Trabajo para el Comercio de las Américas”. Los Alcaldes de la Unión Americana, representados por Scott Smith, de Mesa, Arizona, se han propuesto aprovechar en el área de los negocios, el Diálogo Económico de Alto Nivel, instaurado por las Administraciones Federales de los dos países, para lo cual la invitada de lujo fue la guapa Alcaldesa de León, Gto., Bárbara Botello, de aquí al ladito, con quien ya participaron en su reunión de invierno en Washington, D.C., en donde firmaron un memorándum de entendimiento con altos funcionarios del Gobierno de Barack Obama, en la cual atestiguó la Secretaria de Comercio de Estados Unidos Penny Pritzker. La USCM prepara más visitas a México, pues aparentemente les gustaron las enchiladas.
“YA NO ESTÁ SAHAGÚN PARA ROBAR”
Y para los que digan que la traemos con Martita Sahagún y sus cachorros, he aquí un extracto de lo que dijo en Ciudad del Carmen, Campeche, Mohamed Hassan Jamil, un marinero y trabajador originario de Siria afectado por Oceanografía y Amado Yañes Osuna. (Reforma 3/XIV/14). “El Árabe”, como lo conocen sus compañeros, participó en los 11 días de protestas y bloqueos en el Parque Industrial Pesquero Laguna Azul. Espigado, con escaso español, el hombre es nacionalizado mexicano a partir de que se casó con una ciudadana de este país. “Yo tengo ocho años trabajando en Oceanografía y apenas hay como mil 700 pesos en mi fondo de vivienda”, relató. Soldador de oficio, refiere que la vida en los barcos se ha complicado debido a la situación que atraviesa la compañía. De unos 40 años de edad, el sirio y un grupo de inconformes interceptaron la semana pasada a Pablo González, coordinador jurídico del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE). Entre sus reclamos están los rezagos en pagos salariales, de Infonavit, del IMSS y retención ilegal de impuestos. “Ya no está Marta Sahagún y sus hijos para que nos roben...”, expuso en presencia del funcionario. Presumió que el consuelo que tiene es que en México, a diferencia de otras naciones, existen libertades y puede uno decir lo que siente. “Aquí no hay esclavitud”, terminó diciendo. Por lo menos le queda ese consuelo, decimos nosotros.
Y como colofón, en el problema de Michoacán, ya se les hizo bolas el engrudo, pues ahora resulta que los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos, así que mientras esto se aclara nadie quiere soltar sus armas, por lo que ahora ya no les preocupa a los federales tanto el crimen organizado, sino el crimen des-organizado.
Mientras tanto nosotros... ya seguiremos Corro... borando.
