Cuando aparezcan estas líneas no sabemos si de aquel lado ya se ha exhibido la película “César Chávez”, producida con dinero de Emiio Azcárraga, entre otros, y dirigida por el joven cineasta Diego Luna, -ex de la bella Camila Sodi y sobrina de Talía-, cinta que en México se está exhibiendo en 370 salas, con todo éxito, aunque no sabemos si se ha exhibido de aquel lado del río, en donde muchos no saben nada de este singular personaje por todavía no haber nacido, o tal vez confundiendo a este gran líder con el ex campeón Julio César Chávez, consagrado al Salón de la Fama del boxeo.
Todo por no saber, debido tal vez a su edad, lo suficiente acerca de César Chávez, el primer mexicoamericano que se enfrentó al gran capital para lograr grandes conquistas para ese tiempo inconquistables en beneficio de los trabajadores del campo, que más tarde se reflejarían en el reconocimiento como Uniones Laborales Agrícolas, principalmente formadas por mexicanos, hispanos de otros países y gente de color firme. Logros conseguidos gracias a una serie de boicots y marchas de costa a costa hasta lograr estos triunfos laborales, logrados a base de muchos sacrificios, tomando en cuenta que para esos tiempos eran conquistas impensables. Conquistas, valga la redundancia, que ahora se toman como una cosa natural, sin saber la sangre, sudor y lágrimas, como dijera el gran Winston Churchill, que se derramaron para lograr estas conquistas, de las cuales el que esto escribe, junto a Eddie Escobedo, ya desaparecido, y tantos más fuimos testigos de esas marchas por toda la Unión Americana -de costa a costa- sumadas a los grandes boicots, ya históricos, como el de la uva, que se llevaron a cabo, hasta que finalmente fueron “casi” reconocidos -aunque todavía no del todo- los derechos de los trabajadores del campo. En esta lucha no hay que olvidar a Dolores Huerta, fiel compañera de este gran líder, a la que se le da un buen lugar en la película dirigida por Diego Luna.
Antes de César Chávez, hay que reconocerlo, la comida era más barata, pero esto se debía principalmente a la esclavitud de los trabajadores agrícolas miserablemente explotados por los llamados subcontratistas, -tristemente la mayoría de ellos méxico-americanos- quienes recibían de los dueños de los campos los dineros para cubrir salarios cercanos al sueldo mínimo que se debían pagar a los trabajadores, para después de forzarlos a laborar a veces en jornadas de más de 12 horas después pagarles la mitad del salario mínimo en jornadas de ocho horas. Y a veces ni eso. Con el pretexto de que eran “mojados”, hasta llegar a extremos en que ellos mismos llamaban a la nefasta “migra”, y así se embolsaban los sueldos íntegros de esos trabajadores. Ese y tantos abusos más fueron el primer toque de alarma para que César Chávez y su fiel auxiliar Dolores Huerta iniciaran, a pesar de ambos haber nacido en California, el movimiento para organizar a los trabajadores del campo.
Al que esto escribe le tocó entrevistar al gran líder a su paso por Las Vegas en 1986, después de haber logrado avances como la organización de Uniones Agrícolas, eliminación de venenosas fumigaciones causantes de tantas muertes, y la fijación del salario mínimo para los trabajadores agrícolas, principalmente después del exitoso boicot a la uva, llevado a cabo de costa a costa, en el que obligaron a los patrones, todos ellos de origen sajón, a doblar las manos, como se explica muy bien en la cinta del joven director Diego Luna.
Todo lo anterior lo platicamos en persona con César Chávez a su paso por Las Vegas en 1986, en camino a Washington, después de haberse efectuado los varios sufridos, pero exitosos boicots.
Ahora se le ha hecho algo de justicia con esta cinta, que esperamos de corazón que se exhiba en Estados Unidos, en donde según sabemos, películas como “No se admite devolución”, con la excelente actuación de Eugenio Derbez ha sido todo un éxito, pero no sabemos si ya actualmente existen salas en donde se exhiben películas de corte hispano parlante, pues cuando residíamos de aquel lado, que sepamos, ya ni en Los Ángeles quedaba ninguna, por haber desaparecido el en aquella época exitoso cine-teatro Million Dollar, en donde se presentaban artistas de la talla de Pedro Infante, Jorge Negrete, Tin tan, Resortes y todos los artistas que estaban de moda en esos tiempos. Artistas que Escobedo y el que esto escribe empezamos a traer a Las Vegas, al legendario Dusty´s Playland. Variedades en el Million Dollar siempre acompañados de una exitosa película mexicana. Además del Million Dollar, existían en Los Ángeles, en donde alguna vez residimos, los Cines Maya, California y Monterrey, entre otros. Tiempos, que como el gran César Chávez ya han quedado para la historia.
¿Y LAS FIESTAS DEL 5 DE MAYO?
Y cambiando de rollo. Nos enteramos por un editorial escrito por nuestro editor, Valdemar González, que la celebración o Fiesta del 5 de Mayo y aparentemente todos los eventos organizados por el Comité Patriótico Mexicano, encabezado por Eddie Escobedo, q.e.p.d., de donde salieron tantas becas escolares, han dejado de existir, obviamente por falta de organizadores, (y patrocinadores).
Nos preguntamos en dónde quedaron todos esos envidiosillos enemigos con pies de barro que tanto le tiraban a Eddie Escobedo, por ser el organizador de todos esos eventos, de los cuales salieron, como decíamos, tantas becas escolares, escuela de computación y Navidades del Barrio, algunos y algunas de estos becarios trabajando actualmente en Washington, D.C.
Nosotros siempre les dijimos a estas sabandijas, “si Eddie Escobedo ha producido una sola beca para estos jóvenes hispanos, es más de todo lo que han producido ustedes en toda su vida, por lo mismo nos preguntamos como ninguno de estos ardilosos ha organizado algún evento o la Navidad en el Barrio, creada para repartir juguetes a los niños que menos tienen. Ahí se lo dejamos de tarea.
Y sin otra cosa que comentar, (lamentar)... ya seguiremos... Corro... borando.