De acuerdo a los que dicen que saben predecir el futuro, entre ellos los analistas y los políticos con hueso, pronostican buenas perspectivas para México, gracias a la aprobación de las reformas estructurales, como son la energética, la fiscal y la educativa, que permitirán que el país crezca 3.41 por ciento el año que está por aterrizar. Sin embargo al mismo tiempo dicen esos mismos que dicen que saben... qué es un escenario que no está libre de riesgos.
Los participantes de la encuesta sobre “Las expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado a diciembre”, modificaron al alza su estimado de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, ya que en el sondeo previo esperaban que el avance económico fuese de 3.34 por ciento, pues lo reportado por el Banco de México, encargado de hacer la encuesta cada mes, indicó que el crecimiento económico para el año que está a punto de nacer, estará impulsado por varios factores positivos. Algunos de ellos atribuibles a dichas reformas que finalmente se han aprobado.
Por ejemplo, los participantes incrementaron de un mes a otro el estimado de la inversión extranjera directa, que paso de 24 mil millones de billetes verdes a 25 mil novecientos millones, misma situación que se observó en la creación de empleos. La que aumentó de 625 mil nuevas plazas a hasta 640 mil, que podemos decir, algo es algo.
Los mismos que dicen que se las saben todas y las otras, prevén que asimismo en otros rubros de la economía se muestra una mejoría, como lo es el tipo de cambio, que se ubicará en 12,70 pesos por dólar en este año , luego de tocar niveles de hasta 13.50 en el año que está por ser parte de la historia. Sin embargo, pese a este escenario positivo para los mexicanos, todavía existen riesgos, como son los eternos inconformes, que siguiendo las instrucciones de los partidos de oposición, como el recién nacido MORENA, quienes como señal de su inconformidad quemaron el gigantesco árbol de Navidad que adornaba el Ángel de Independencia en Paseo de la Reforma. Todo esto sumado a la debilidad de la economía mundial que permanece estancada .
PERO... QUÉ PIENSAN OTROS PAÍSES
Y acerca de eso, especialistas en el asunto petrolero de países que les ha ido bien, se sorprenden del rechazo que entre nosotros tienen los ajustes obligados de una industria, de la cual de seguir así, en pocos años, matemáticamente, estará al borde de la desaparición.
No pocos afirman que si bien es cierto que Brasil, Colombia y Noruega, países que, por su éxito, tratamos de imitar, tienen hoy - cada uno - una empresa petrolera que responde a las condiciones que el mercado petrolero del mundo ha establecido, lo cual se debe, como lo hemos mencionado en otras ocasiones, a que no tuvieron una Revolución Mexicana, y mucho menos a un General Lázaro Cárdenas, que en su tiempo, estamos de acuerdo, cumplió una función. (A mi abuelo la compañía “El Águila” entre otras, le quedó a deber varios millones de dólares, de aquellos, en puras regalías). Pero si bien esos son factores que deben tomarse en cuenta, pues han jugado un papel no menor en eso de tenernos postrados en materia petrolera. No es menor con una clase política que hizo de la corrupción y el afán desmedido de enriquecerse a costa del erario, una religión, y por ello, jamás aceptaron cambios al estado de cosas en Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Una de las cosas por las que el pueblo debe aplaudir al nuevo y joven presidente, pero no por eso menos visionario, Enrique Peña Nieto, aunque en lo demás estén en desacuerdo, es en haber dejado afuera de todos los acuerdos, al Sindicato Petrolero del megacorrupto Deschamps, quien en materia de corrupción, es solo comparable al líder de los Teamsters, Jimmy Hoffa, quien en su tiempo, como accionista del Hotel Dunes, en donde en esos días trabajamos, alguna vez junto a Al Bramlett, paralizó en su totalidad a Las Vegas, en una huelga - debemos admitir, como deben hacerse las huelgas -, de la cual fuimos participes, pero que con el tiempo resultó contraproduciente para los trabajadores, pues los patrones mafiosos de aquellos tiempos, decidieron cortar mucha gente, creando las semanas de cinco días. Pero eso es material para otra historia, así como fue el final de Al Bramlett, a quien se recuerda con respeto en la Unión Culinaria, pero terminó sus días encajuelado en un auto en el desierto. Cosa común en aquellos días.
PODRÁN ENTRAR AUTOS NUEVOS (¿?) A CUBA
Y cambiando de rollo. Después de lo que Fidel considera un triunfo del socialismo a la cubana, el hecho de estrechar firmemente Raúl Castro la mano de Barack Obama en el funeral de Nelson Mandela, como diciendo...nosotros “puras habas”. Esta semana, como dando señal de haber obtenido un triunfo más de la Revolución, los hermanitos Castro, decidieron renovar el parque vehicular, tales como los vetustos “almendrones” americanos de los años 50 que circulan en La Habana, y de paso los ya antiguos Lada de la era soviética, permitiendo la importación de vehículos “nuevos”. Medida que ya anunció el gobierno comunista de la isla.
Creemos por nuestra parte que eso es una gran oportunidad para los “dealers” de autos usados, tanto de Florida y todo EU, incluido México, aparte de que los “auto dealers” son considerados en todos los países, como los más corruptos. (Por supuesto después de los abogados y los políticos), para deshacerse de lo que en otros países, por supuesto incluido USA, se consideran como “autos chatarra”, de modelos 2000 para atrás, (imagínese usted a un ciudadano cubano “del único territorio libre de América”, conduciendo un auto Nissan modelo 2000, después de manejar por años un Dodge modelo 1945, en movimiento gracias a partes movibles de un motor de lavadora insertado no sabemos cómo, gracias al ingenio cubano. Considerado este permiso como un triunfo más de la revolución. Vaya pues.
FELIZ AÑO NUEVO
Y finalmente ahora, que como dijera el gran Renato Leduc, “de amores ya no tengo tiempo”, no nos queda más que desearle a nuestros detractores, amigos y lectores, un muy pero muy Feliz Año Nuevo con todas sus buenas consecuencias, y si Dios insiste en prestarnos una extensión de vida al año que está por darnos los buenos días... aquí seguiremos... Corro... borando.