Ópera mexicana vive un momento de oportunidades: Luz Vizcarra

La ópera vive un momento de mucha oportunidad en México, donde el que quiere, puede, y siempre está latente la opción de ofrecer recitales, de entregarse a los demás e ir a las audiciones abiertas, de hacer nuevos roles, nueva ópera, e impulsar a los autores mexicanos, aseguró la mezzosoprano Luz Vizcarra.

En ese sentido, la cantante, quien tiene una depurada técnica interpretativa informó en entrevista con Notimex que a la fecha ha estrenado cuatro grandes obras compuestas por el maestro Édgar Chávez García, “convencida de lo sano y benéfico que resulta impulsar el enorme talento de los artistas mexicanos; así, todos podemos alcanzar el triunfo”, dijo.

Con esos pensamientos y filosofía propia, la mezzosoprano, actriz, escritora y activista en derechos de género llegó la noche de este miércoles al Museo de la Mujer, localizado en la calle República de Bolivia 17, Centro Histórico, para elevar la voz y ofrecer el recital “Pasión Rossiniana”, acompañada por la pianista Sara Vélez Xicoténcatl.

Luz Vizcarra tendió un puente en el tiempo y en el espacio para realizar, de la mano de los asistentes, un viaje musical a través del repertorio rossiniano, de lo profano a lo sacro, que al mismo tiempo fue su particular manera de decirle adiós “a todos los que se nos han adelantado en el camino hacia la eternidad”, mencionó la intérprete internacional de ópera.

“Mura felice” (“Donna del lago”), “Per lui che adoro” (“Italiana en Argel”, considerada la primera ópera feminista), “Perché turbar la calma” (“Tancredi”), “Di Tanti Palpiti” (“Tancredi”), “Agnus dei” (“Pequeña Misa Solemne”), y “Sois immobile” (“Guilliame Tell”) son algunas obras que toca el concierto “Pasión Rossiniana”, de Vizcarra y Vélez.

Emocionada porque el 15 de noviembre próximo tendrá el lanzamiento mundial de su disco homónimo a través de las plataformas digitales, calificó su “Pasión Rossiniana” como un concierto “lleno de magia y reflexión, porque tristemente en este país diariamente mueren siete mujeres, y seis más por crímenes de odio por sus preferencias sexuales”.

La entrevistada dedicó el concierto a todas esas personas que partieron de este mundo por causas desafortunadas, pero también a las mujeres que con su quehacer cotidiano hacen la diferencia. Su madre y su hermana, subrayó, son tanatólogas y le inspira hablar del dolor y de la esperanza, “porque siempre que hay un gran dolor, hay una gran esperanza”.

Con 12 años ininterrumpidos cantando ópera profesionalmente, Vizcarra ha dado vida a una relación "sui géneris" con el público; le gusta cruzar la cuarta pared, trata de apegarse al programa y hace participar a la gente. “Con preguntas cotidianas de amor, desamor y otros aspectos de la vida humana, he logrado conectar rápidamente con la audiencia”.

Con un historial que destaca conciertos en recintos de México y el extranjero (todavía se recuerda y comenta su estancia en Costa Rica, el día que ella interpretó una selección de lo mejor de su repertorio) canta lo mismo en la Sala "Manuel M. Ponce", del Palacio de Bellas Artes, que en el Metro de la Ciudad de México, “donde va gente que no tiene mucho contacto con la ópera”.

Antes de subir al escenario del Museo de la Mujer para ofrecer un recital enmarcado en el programa “Noche de Museos”, la mezzosoprano anotó que todos en su ámbito hacen una labor social y política. A ella le gusta hablar de temas de género desde la perspectiva de la ópera, cómo ve un cantante la muerte de mujeres, de homosexuales y de transexuales.

“Vivimos en un clima de desigualdad y desinformación en una sociedad que le permite al hombre muy pocas expresiones emocionales y lo hace vivir bajo una tremenda presión, al imponerle que debe ser siempre el primero, el mejor, el heroico, cuando muchas veces eso no se puede, no tiene razón de ser, o no es necesario”, concluyó la joven intérprete de ópera. México (NOTIMEX)

 

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