El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, usó su discurso ante la Asamblea General de la ONU para pedir al mundo castigos más duros contra Rusia y para reclamar más apoyo militar a su país, descartando por ahora cualquier posibilidad de negociar la paz.
Zelenski se dirigió a la comunidad internacional en el mismo día en que el presidente ruso, Vladímir Putin, abrió una nueva fase de la guerra al decretar la movilización parcial de reservistas y amenazar con el uso de armas nucleares.
Esos anuncios de Putin, que llegan en medio de una importante contraofensiva ucraniana, marcaron el ritmo de la segunda jornada de reuniones de los líderes internacionales en Naciones Unidas, en las que el líder ruso no participa.
Zelenski, que tampoco está en Nueva York, se dirigió con un mensaje por vídeo a la Asamblea General y denunció la invasión rusa como un “crimen” contra su país, contra sus ciudadanos y contra todos los valores que representa la ONU.
“Se ha cometido un crimen contra Ucrania y exigimos un castigo justo”, insistió el presidente, hablando en inglés y vestido con su ya clásica camiseta militar.
Ese castigo, señaló, debe traducirse en sanciones, un bloqueo del comercio y las relaciones con Moscú, la retirada de su derecho al voto en órganos internacionales, restricciones a los visados para los rusos o la creación de un tribunal especial que juzgue los crímenes cometidos, entre otras cosas.
Zelenski cerró la puerta en este momento a una posible negociación con Rusia, insistiendo en que cuando Moscú habla de diálogo lo único que busca es ganar tiempo para reagruparse.
“Rusia quiere pasar el invierno en el territorio ocupado de Ucrania y preparar a sus fuerzas para intentar una nueva ofensiva. Nuevas Buchas, nuevas Izyums...”, dijo en referencia a dos de las ciudades donde tras la retirada rusa se descubrieron presuntas matanzas.
“Como poco, quieren preparar fortificaciones en tierras ocupadas y llevar a cabo una movilización militar en casa”, añadió Zelenski.
Pidió a sus aliados más apoyo militar, en especial armas de largo alcance y defensas aéreas, con las que poder continuar su contraofensiva.
“Podemos devolver la bandera ucraniana a la totalidad de nuestro territorio. Podemos hacerlo con la fuerza de las armas, pero necesitamos tiempo”, dijo Zelenski, que también solicitó más asistencia financiera.
“Nosotros estamos listos para la paz, pero una paz verdadera, honesta y justa. Tenemos al mundo de nuestro lado”, añadió exaltado.
El apoyo a Kiev se escuchó con fuerza en la ONU por boca del presidente estadounidense, Joe Biden, que demandó firmeza al mundo ante la invasión rusa”.
Otro de los discursos esperados era el del líder iraní, Ebrahim Raisi, que usó su primera visita a Nueva York como presidente para cargar contra Estados Unidos y advertir a Washington de que su hegemonía se termina y será sustituida por “un nuevo orden”.
Raisi habló mientras en las inmediaciones de la ONU cientos de exiliados iraníes protestaban contra el régimen teocrático en su país, dijo además que sigue dispuesto a un acuerdo para rescatar el pacto nuclear de 2015. Naciones Unidas (EFE)