Por José Antonio RIVERA
Las lluvias provocadas por dos tormentas que azotaron ambos lados de México han dejado amplios estragos, sobre todo en el sureste mexicano donde miles de turistas permanecen varados en el balneario de Acapulco, en el Pacífico.
La cifra de fallecidos por el doble golpe que significó desde el fin de semana la llegada del huracán Ingrid, por el Golfo de México, y la tormenta tropical Manuel, por el Pacífico, aumentó de 34 a 38 en las últimas horas, informó el lunes 16 el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.
Hasta 60 mil turistas, muchos de los cuales proceden de la ciudad de México, se quedaron en Acapulco sin posibilidades de retornar a sus lugares de origen luego de que el aeropuerto fuera cerrado por inundaciones y las carreteras se mantuvieran hasta el martes sin posibilidades de transitar por bloqueos que dejaron diversos deslaves tras las lluvias lanzadas por Manuel.
Mientras muchos hoteles aún operaban con relativa normalidad, muchas de las poblaciones en la periferia del puerto de Acapulco se encontraban sin agua o electricidad, mientras imágenes de televisión mostraban cómo el agua en partes dentro del aeropuerto llegaba hasta las rodillas de las personas.
Autoridades trabajaron toda la noche para intentar reabrir el aeropuerto y las carreteras, mientras se llevaba alimentos y ayuda al puerto donde radican más de 800 mil personas.
Acapulco es un puerto muy frecuentado por turistas nacionales y se localiza a casi 400 kilómetros al suroeste de la capital del país.
Autoridades federales anunciaron que en el transcurso del día establecerían un "puente aéreo" para permitir un vuelo cada hora de las líneas Aeroméxico e Interjet. Tendrán prioridad aquellas personas que ya hayan comprado boletos, además de familias con niños o adultos mayores.
Beatriz Muñoz, vocera de Interjet, dijo a The Associated Press que los vuelos tienen previsto aterrizar en el aeropuerto internacional de Acapulco, que será habilitado para esos vuelos. Funcionarios federales han dicho que la apertura total del aeropuerto podría tomar hasta el miércoles 18.
Manuel tocó tierra el domingo 15 como tormenta tropical e Ingrid el lunes 16. Ambas comenzaron a debilitarse tras entrar a territorio mexicano, pero aún provocaban fuertes lluvias en varios estados del país.
La Comisión Nacional del Agua informó que el martes 17 sólo había presencia de remanentes de Ingrid en el noreste del país y de Manuel en el noroeste por el Pacífico.
El presidente Enrique Peña Nieto acudió el lunes 16 a Acapulco para recorrer la zona de desastre y ordenó reforzar los trabajos para reabrir el tránsito del puerto hacia la ciudad de México.
El gobierno de Guerrero ha señalado que unos 40 mil turistas estaban varados en el lugar, aunque la cámara local empresarial refirió que reportes de hoteles indican que el número podría ser de hasta 60 mil.
Muchos turistas comenzaron a salir de sus hoteles el martes 17 por primera vez después de varios días de lluvia intensa.
"No nos percatamos de la dimensión del desastre porque estuvimos encerrados y sólo veíamos lluvia e inundaciones", dijo Alejandra Vadillo Martínez, una mujer de 24 años originaria de ciudad de México quien estaba en el puerto con siete familiares en un hotel que da a la bahía de Acapulco.
La avenida principal que recorre la costa de Acapulco podía el martes 17 transitarse y la mayoría de los hoteles parecían tener electricidad, agua y comida, aunque eso no era ningún consuelo para la gente incapaz de regresar a sus hogares.
"Nos dimos cuenta de que fue un error venir a Acapulco porque sólo veíamos que está llueve, llueve y llueve", dijo Guadalupe Hernández, un ama de casa de 55 años de la ciudad de México.
La situación era mucho más seria en las zonas pobres alrededor del puerto, donde la lluvia hizo que se formaran ríos que bajaban de las colinas hacia las áreas habitacionales.
Autoridades municipales han dicho que alrededor de 23 mil casas, la mayoría en la periferia del puerto, no tenían electricidad ni agua. Las tiendas estaban casi vacías, luego de que residentes se apresuraron días atrás a comprar lo que podían.
Natividad Gallegos, quien vive en una zona humilde de la periferia del puerto, dijo que cuando volvía el lunes 16 de realizar algunas compras encontró su casa sepultada por un deslave.
"Cuando regresé a mi casa vi mucha gente extraña con palas y picos rascando donde una vez estaba mi casa", contó la mujer de 38 años, quien dijo que perdió a seis miembros de su familia en el alud, incluidos sus dos hijos.
Del otro lado, en el Golfo de México, varios estados intentaban recuperarse del golpe asestado por el huracán Ingrid, que provocó que miles de personas fueran evacuadas de sus casas. Las lluvias provocaron varias inundaciones, deslaves y bloqueos de carreteras.
El gobierno mexicano ha dicho que es inédito para México la presencia simultánea de una tormenta tropical y un huracán.
Alberto Hernández Unzón, del Servicio Meteorológico Nacional, dijo el martes 17 en MVS Radio que el único antecedente es de 1958 cuando dos tormentas tropicales azotaron el país tanto por el Pacífico como por el Golfo de México.
El gobernador del estado de Veracruz, en los márgenes del Golfo, informó que 12 personas murieron cuando un alud sepultó un autobús que viajaba por la comunidad de Altotonga, a unos 65 kilómetros al noroeste de la capital estatal.
Más de 23 mil personas salieron de sus casas en Veracruz por las fuertes lluvias, de las cuales unas 9 mil se fueron a refugios temporales y el resto con familiares o amigos. Al menos 20 carreteras y 12 puentes resultados dañados en el estado, según datos de la oficina local de Protección Civil. ACAPULCO, México (AP)