Trabajan 98 millones de niños en sector agrícola: FAO

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Los conflictos y desastres naturales suelen obligar a los niños a trabajar, en la actualidad se estima que hay 168 millones de menores que laboran, de los cuales 98 millones lo hace en el sector agrícola, según una guía publicada por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El manual, que insta a integrar el problema del trabajo infantil en los programas de agricultura, seguridad alimentaria y nutrición que tratan de hacer frente a las crisis y los desastres, fue presentado este día para conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

Resaltó que en todo el mundo, 100 millones de niños y jóvenes se ven afectados cada año por desastres y 230 millones viven en zonas afectadas por conflictos armados.

Dijo que a medida que se prolongan las crisis, se socava la capacidad de una familia para proporcionar alimentos, educación y protección adecuados a sus hijos, lo que puede aumentar tanto la prevalencia como la gravedad del trabajo infantil, incluidas sus peores formas, como la servidumbre por deudas de los padres.

"El sector agrícola tiene un gran potencial antes, durante y después de las crisis, para salvaguardar vidas y contribuir a los medios de subsistencia, apoyar a las familias rurales, proporcionar empleo decente y alternativas al trabajo infantil, incluidas sus peores formas", aseguró el subdirector general de la FAO, Kostas Stamoulis.

La guía de 26 páginas titulada “El trabajo infantil en la agricultura en contextos de crisis prolongadas, frágiles y humanitarias” está dirigida a profesionales del desarrollo, responsables de la formulación de políticas y grupos de la sociedad civil que trabajan en programas de agricultura, seguridad alimentaria y nutrición.

Resaltó que en una crisis, los niños separados de sus familias pueden necesitar trabajar para sobrevivir. Las familias pueden sacar a los niños de la escuela y hacerles trabajar.

Asimismo, añadió el manual, las malas cosechas aumentan las posibilidades de que los niños necesiten trabajar para mantener a la familia.

En situaciones de conflicto, los riesgos físicos como son las armas de fuego y las minas terrestres pueden hacer más peligroso el trabajo de los niños en la agricultura.

Además, los niños pueden ser enviados desde los campos de refugiados para realizar faenas agrícolas, o para recolectar agua y combustible a lugares en los que estén en riesgo de sufrir violencia y abusos.

Según la FAO, no toda participación de los niños en las tareas agrícolas se define como trabajo infantil. En muchas comunidades rurales, los niños ayudan en el hogar, cuidan de los animales y recolectan frutas y verduras.

Consideró que durante períodos cortos y en condiciones seguras, un trabajo agrícola ligero puede permitir a los niños adquirir valiosos conocimientos y habilidades que les beneficiarán en el futuro.

Sin embargo, los conflictos y los desastres pueden empujar a los niños hacia tareas que no son adecuadas para su edad, que puede perjudicar su desarrollo físico y mental y los priva de la oportunidad de aprender.

La FAO destacó que el trabajo infantil durante una crisis perpetúa el ciclo intergeneracional de la pobreza y dificulta la recuperación. Los niños que abandonan la escuela o que no vuelven a estudiar tras una crisis, tienen más probabilidades de seguir siendo pobres.

Se calcula que hay 168 millones de niños trabajadores en todo el mundo, de los cuales 98 millones (casi el 60 por ciento) participan en tareas agrícolas.

La mayoría lo hace como miembros de la familia –sin ser remunerados- y a menudo a partir de una edad temprana. Puede incluso tratarse de un trabajo peligroso, que incluya la exposición a pesticidas, maquinaria peligrosa, cargas pesadas y jornadas de largas horas.

La evidencia muestra que los niños y adolescentes que trabajan en la agricultura sufren mayores tasas de lesiones y muertes que los adultos.

Según la FAO, es esencial tratar de abordar el trabajo infantil a través de programas que mejoren la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición.

El sector agrícola tiene gran potencial para aumentar la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de los hogares rurales pobres y ayuda a las comunidades rurales a recuperarse más rápido de una crisis.

Puede, además, ayudar a evitar estrategias de supervivencia negativas, como sacar a los niños de la escuela para que trabajen, añadió la organización. Roma, (Notimex)

 

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