De acuerdo a un reporte presentado el pasado ocho de mayo por la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés), la central sindical más grande de EE.UU., los trabajadores latinos tienen un riesgo más alto que el promedio nacional de morir en su lugar de trabajo. Casi 750 trabajadores fallecieron mientras laboraban en 2012.
“Un día duro de trabajo no debería ser una sentencia de muerte”, enfatizó Richard Trumka, presidente de la central sindical AFL-CIO. “Es inaceptable que un trabajador tenga que escoger entre la vida y darle de comer a su familia. Cuando el congreso de EE.UU. vota por debilitar las protecciones laborales o quitarle fondos a un programa crítico y cuando las grandes corporaciones marginalizan y le quitan importancia a la seguridad de los trabajadores, están insultando la memoria de todos aquellos trabajadores que han fallecido mientras luchaban para poder lograr vivir el sueño americano”.
El reporte, titulado Muerte en el trabajo: Los resultados de la negación (Death on the Job: The Toll of Neglect), ha sido publicado por 23 años por la AFL-CIO y muestra el estado en que se encuentran las protecciones para la salud y seguridad de los trabajadores en EE.UU. El reporte indica que los índices de muertes más altos ocurrieron en los estados de Dakota del Norte, Wyoming, Alaska, Montana y West Virginia; mientras que Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva Hampshire (empate), y Washington (empate) tienen el índice más bajo de fatalidades.
El reporte encontró que las muertes entre los trabajadores inmigrantes continúa siendo un problema serio. En 2012, fallecieron 824 trabajadores inmigrantes en su lugar de trabajo.
“Este número nos ilustra cómo un sistema migratorio quebrantado no sólo se presta para que ocurran terribles violaciones laborales por parte de empleadores inescrupulosos, pero también pone en peligro la vida de los trabajadores inmigrantes”, indicó Yanira Merino, la directora de la campaña por la reforma migratoria de la AFL-CIO. “Muchos de los inmigrantes indocumentados no reportan las violaciones a las regulaciones de salud y seguridad porque tienen miedo de que su empleador notifique a las agencias federales de inmigración. Los derechos de los inmigrantes, son los derechos de los trabajadores. El gobierno tiene que actuar para detener las deportaciones masivas, y los republicanos de la Cámara Baja tienen que inmediatamente permitir un voto por la reforma migratoria. ¿Cuántas muertes prevenibles tendrán que suceder hasta que los republicanos actúen?
De acuerdo a las estadísticas de 2012, el número de trabajadores latinos que han muerto en su lugar de trabajo fue de 748, aproximadamente el mismo que el 2011 (749). Los estados con el mayor número de fallecimientos fueron Texas (201), California (137), y Florida (54). Las estadísticas más impactantes son los de Dakota del Norte, donde el número de latinos que han fallecido en su lugar de trabajo se cuadriplicó, mientras que todos los trabajadores hispanos que murieron, con una única excepción, fueron inmigrantes. Un gran número de trabajadores latinos se han mudado a este estado para trabajar en las industrias del gas y del petróleo y en otros sectores relacionados, lo que ha llevado a Dakota del Norte a ser el estado con el mayor índice de mortalidad laboral en la nación con un 17.7 por 100,000 trabajadores.
El reporte Muerte en el trabajo: Los resultados de la negación fue divulgado después de que se realizaron varias vigilias, marchas y acciones a nivel nacional por el Día del Trabajador Caído. El reporte completo se puede ver aquí: aflcio.org/death-on-the-job