Tijuana, capital mexicana de cirugías de obesidad

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Por Omar MILLÁN

Recién había pasado los 30 años y Mara pesaba 109.7 kilogramos. Padecía migrañas y dolores en las rodillas como consecuencia del sobrepeso que cargaba su cuerpo de apenas 1.65 metros. Hace un año se sometió en Tijuana a un bypass gástrico y su vida cambió.

“Desaparecieron mis dolores. No me operé para parecerme a una súper modelo, sino para sentirme saludable”, dijo Mara, quien trabaja en la industria gastronómica en Tijuana y pidió el anonimato porque explicó que, a pesar de haber bajado casi 30 kilos, todavía sentía vergüenza de exponer su caso pues no había hablado con toda su familia, amigos y compañeros de trabajo acerca de su operación. Todos aún creen que se trató de “una buena dieta”.

El bypass gástrico es la cirugía bariátrica más popular. El procedimiento quirúrgico tiene como objetivo reducir el tamaño del estómago al dividirlo en dos secciones mediante grapas de titanio y colar una banda gástrica de un material llamado silastic, para que el estómago no se distienda demasiado. Con ello el paciente se siente satisfecho al digerir pocos alimentos y puede bajar de peso fácilmente.

Como Mara, unas 500 personas cada mes, en promedio, son sometidas a cirugías de obesidad en diversos hospitales de Tijuana, lo que convierte a esta ciudad de la frontera con Estados Unidos en la capital nacional de este tipo de operaciones, señaló Juan Antonio López Corbalá, ex presidente del Colegio Mexicano de Cirugía de Obesidad (2010-2013), un organismo que agrupa a poco más de 200 cirujanos bariatras.

“En la frontera se realizan el doble de las cirugías bariátricas que se hacen en todo el país”, dijo López Corbalá, quien también es jefe del programa de obesidad del Hospital Ángeles de Tijuana, un nosocomio privado donde mensualmente realizan 70 cirugías bariátricas y donde Mara fue operada.

Comparativamente, según Gilberto Cornejo López, jefe de cirugía del Hospital Ángeles del Pedregal de la ciudad de México, en el Distrito Federal se hacen en promedio 150 cirugías bariátricas al mes.

De acuerdo al Clúster de Servicios Médicos de Baja California -un organismo compuesto por asociaciones médicas y hospitalarias de Baja California con el propósito de promoverse en el extranjero- los precios de las cirugías bariátricas son entre 40 y 70% más económicos que en Estados Unidos, una de las razones por las que tantas personas deciden operarse en esta ciudad.

Los costos de este tipo de intervenciones quirúrgicas en Estados Unidos oscilan entre los 15.000 y 27.000 dólares y en muchos casos el seguro médico no ofrece cobertura para el tratamiento. Mientras que en Tijuana el precio de esta cirugía está entre los 5.000 y los 12.000 dólares, señala el organismo.

Estos servicios generan una importante derrama económica para el estado, pues además los pacientes extranjeros y sus acompañantes permanecen hospedados de tres a siete días en hoteles de la ciudad, consumiendo en restaurantes y algunas veces visitando áreas de interés, según el sector de turismo.

El secretario de Turismo de Baja California, Juan Tintos, indicó que cada año 450.000 personas visitan la región por motivos médicos, dejando una derrama de unos 89 millones de dólares. El turismo médico además genera 4.635 empleos directos.

De acuerdo al Clúster de Servicios Médicos, el menor costo de las cirugías, la concentración de hospitales y centros médicos con especialistas de calidad y la ubicación geográfica -justo en medio de dos países que presentan actualmente los primeros lugares en obesidad a nivel mundial- hacen de Tijuana la capital de cirugías de obesidad.

Además del bypass, en Tijuana se realizan diez diferentes tipos de cirugías bariátricas, desde bandas gástricas y grapados de estómago, conocidos como técnicas restrictivas, hasta procedimientos llamados malabsortivos como switch duodenal, dijo López Corbalá.

El especialista indicó que cada cirugía depende de las condiciones de peso y salud del paciente, para ello se hace un historial médico junto a numerosos exámenes clínicos y evaluaciones del estómago del paciente, y todas van acompañadas de cambios en los hábitos de alimentación para que se tenga éxito.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) dado a conocer en julio pasado, México es líder en la lista de países con mayor obesidad en el mundo. Casi una tercera parte de los adultos mexicanos son obesos.

Los alimentos procesados altos en calorías y de bajo costo sumados a un estilo de vida cada vez más sedentario son la principal causa de obesidad, reveló la FAO. La Organización Mundial de la Salud apunta que este fenómeno trae como consecuencia un incremento de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, enfermedades de las articulaciones y algunos tipos de cáncer.

Baja California es uno de los estados fronterizos con Estados Unidos que concentran una alta población obesa, dijo Karzali Trasviña, coordinadora del programa de infancia y adolescencia del Instituto de Salud del estado.

Aproximadamente un 70% de los pacientes que se someten a una banda gástrica o grapado de estómago en Tijuana son extranjeros, principalmente de Estados Unidos y Canadá, coinciden las instituciones médicas.

“A pesar de la crisis económica que afectó a mucha gente desde el 2007, este sector (de las cirugías bariátricas) se mantuvo porque, aunque disminuyeron los pacientes estadounidenses y europeos, incrementaron los pacientes mexicanos debido a que también bajaron los costos de las cirugías”, dijo López Corbalá.

“Muchos creen que someterse a este tipo de cirugía es una llave mágica para perder peso, pero tiene que haber un cambio general en el paciente”, agregó. “La meta de la cirugía es bajar de peso, hacerte sano, y con eso tener mejor autoestima, mejor calidad de vida”.

Según la norma oficial de salud pública, sólo pueden ser candidatos a este tipo de cirugías personas con obesidad mórbida, es decir que su Índice de Masa Corporal (IMC) sea mayor a 40 kilogramos, o severa (IMC 37-38 kilogramos); o bien que tenga problemas de salud asociados como hipertensión, apnea del sueño o diabetes, entre otras. También el paciente debe previamente ensayar diversos tratamientos dietéticos, sin éxito; aprobar una evaluación psicológica y tener entre 16 y 60 años.

La cirugía bariátrica es una cirugía mayor, considerada en el ámbito médico con más riesgo o con mayor complejidad, que requiere anestesia general. López Corbalá aseguró que el índice de mortandad en Tijuana por este tipo de operaciones es de .5%, cuando la media mundial es de 1%.

Las autoridades en Baja California no tienen una estadística de cuántos pacientes sometidos a este tipo de intervenciones fallecen.

Sin embargo la Comisión de Arbitraje Médico de Baja California tenía registrado hasta el 2012, último dato disponible, 317 quejas en el estado contra personal de salud, hospitales y médicos. La mayoría de estos asuntos se han mantenido en secreto.

Para la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Baja California la principal denuncia que tienen relacionada al sector médico es la mala praxis o negligencia médica.

Históricamente la Comisión de Arbitraje Médico de Baja California ha presentado 1.800 casos desde 2003, tanto de pacientes locales como de extranjeros. La mayoría de estas denuncias han sido contra el sector odontológico, gineco-obstetricia y estéticas.

Uno de los casos más conocidos en la región, sucedido en mayo de 2011, fue el de la estadounidense Sharona Espudo, quien murió durante una cirugía de banda gástrica en un hospital de la ciudad. La familia de la víctima declaró a medios estadounidenses que Espudo falleció durante la operación y acusaban de negligencia médica al cirujano Pedro Kuri, quien ha hecho más de 3.000 cirugías bariátricas con un promedio de 0.5% de mortandad de acuerdo con el Colegio Mexicano de Cirugía de Obesidad. El caso se ventila actualmente en los tribunales y Kuri sigue ejerciendo en Tijuana.

Como parte de la campaña para fortalecer el turismo médico en la región, el Clúster de Servicios Médicos de Baja California está fomentando en la comunidad médica la certificación de hospitales y especialistas con el afán de presentar mejor calidad y servicios tanto para el residente como para el turista.

Los hospitales deben contar con una certificación que otorga el Consejo de Salubridad General del gobierno federal y los médicos deben pertenecer a un consejo que les realiza exámenes periódicos que verifican su actualización. De acuerdo a la página electrónica del Colegio Mexicano de Cirugía de Obesidad (www.cmcoem.org.mx), estos exámenes se realizan en tres etapas donde expertos evalúan la experiencia profesional y adiestramiento en cirugías de invasión o endoscopia gastrointestinal, entre otros rubros, con estándares internacionales.

Pero a pesar de los esfuerzos del estado y de organismos civiles para crear un turismo médico certificado, las autoridades aceptan que todavía están operando médicos generales que se hacen pasar por especialistas e incluso gente sin títulos médicos.

“Hay mucho charlatán aún, por eso insistimos a la población que verifique, cuando vaya a un consultorio u hospital, que el médico en turno tenga su título y el aviso de la licencia sanitaria que otorga la Secretaría de Salud”, dijo Ricardo Zamarrón, director de Protección contra Riesgos Sanitarios.

El presidente del Clúster de Servicios Médicos de Baja California, Karim Chalita, manifestó que actualmente tienen una campaña en la comunidad médica de la entidad para certificar a hospitales y especialistas a la que varios colegios médicos se han unido con el afán de presentar mejor calidad y servicios tanto para el residente como para el turista. TIJUANA (AP)

 

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