La Cámara de Representantes (diputados) de Texas aprobó la denominada "ley del baño", que prohibirá a los estudiantes transgénero usar los baños escolares de acuerdo con su identidad de género, forzándolos a utilizar los servicios que coinciden con su género de nacimiento.
La Cámara de Representantes votó anoche 91 a 50 para enmendar la Ley del Senado 2078, que se centra en los "planes de operaciones de emergencia multiriesgos" de los distritos escolares, para agregar restricciones al "uso del baño" que algunos republicanos habían presionado desde el inicio de la sesión.
La medida deberá ser aceptada por el Senado para ser enviada al escritorio del gobernador Greg Abbott para su promulgación, lo que convertiría a Texas en la segunda entidad de Estados Unidos en aprobar una "ley del baño".
Grupos de derechos civiles criticaron la legislación, al advertir que esta podría conducir a la discriminación y la intimidación contra los estudiantes transgénero.
"Los jóvenes transgénero merecen la misma dignidad y respeto que sus compañeros, y este intento de usar a los niños como un peón para los puntos políticos baratos es inquietante e inconcebible", dijo JoDee Winterhof.
Winterhof es vicepresidente de la Campaña de Derechos Humanos, el mayor grupo defensor de los derechos de homosexuales y transgénero en Estados Unidos.
La medida impedirá a los estudiantes transgénero usar los baños y vestuarios de la escuela que coincidan con su identidad de género, a menos que nadie más esté presente.
Si hay otros estudiantes por ahí, tendrían que usar un baño diferente y de uso único en otra parte de la escuela. Actualmente, los distritos escolares en Texas elaboran sus propios planes para acomodar estudiantes transgénero.
El Senado de Texas ya aprobó en marzo pasado una medida más estricta, muy similar al proyecto de Ley 2 de Carolina del Norte.
El vicegobernador de Texas, el republicano Dan Patrick, había amenazado con obstruir otras legislaciones, incluyendo el presupuesto estatal, si la Cámara no actuaba sobre el proyecto de ley.
Los grupos empresariales y las ligas de deportes han expresado su preocupación ante la posibilidad de que Texas sea visto como un estado que discrimina a la comunidad homosexual, lésbica y transgénero.
Grandes compañías con sede en Texas, como American Airlines y Dell se pronunciaron en contra de la prohibición del baño transgénero.
La Liga Nacional de Fútbol (NFL) dijo que reconsideraría hospedar futuros Súper Bowls en Texas si el proyecto de ley era promulgado, aunque la liga no tiene ningún Súper Bowl planeado después del que se celebró en Houston en febrero pasado.
La legislación podría acarrear un costo a la economía de la entidad de hasta tres mil 300 millones de dólares y la pérdida de unos 35 mil 600 puestos de trabajo, según un estudio realizado por el Perryman Group.
"Estos números nos dicen que habrá un impacto adverso significativo y duradero en el estado", dijo Casandra Matej, presidenta y directora general de "Visit San Antonio" el organismo de promoción turística de la ciudad de San Antonio, que se opone a la medida y que sufragó el estudio realizado por el Perryman Group. Dallas (NOTIMEX)