La desigualdad en la distribución de la riqueza aumenta a una tasa cada vez más acelerada y ahora las 62 personas más acaudaladas del mundo controlan activos equivalentes a los de la mitad de la población global menos favorecida, apuntó Oxfam.
En su informe anual sobre la distribución de los recursos en el mundo, el organismo civil señaló que 80 individuos controlaban en 2014 el equivalente a la riqueza de la mitad de la población que menos tiene y que la desigualdad se ha agravado de forma consistente en los años recientes.
Titulado "Una economía al servicio del uno por ciento", el documento asentó que en 2010 eran 388 los individuos que controlaban recursos equivalentes a los de la mitad de la población mundial más pobre, que desde ese año se ha reducido en un billón de dólares o 41 por ciento.
La reducción de la riqueza de la mitad menos favorecida en el mundo ha ocurrido pese a que la población mundial ha crecido en cerca de 400 millones de personas durante el mismo período, destacó el organismo, que difundió su informe en víspera de la Cumbre de líderes de Davos.
Precisó que, mientras tanto, la riqueza de las 62 personas más ricas del planeta ha aumentado en los recientes cinco años en más de 500 mil millones de dólares, hasta alcanzar la cifra de un billón 760 millones de dólares.
El informe también mostró cómo la desigualdad afecta de manera desproporcionada a las mujeres; de las 62 personas más ricas del mundo en el año 2015, 53 son hombres y tan sólo nueve son mujeres.
"Pese a que los líderes mundiales hablan cada vez más de la necesidad de abordar la desigualdad y en septiembre fijaron un objetivo mundial para reducirla, la realidad es que la brecha entre los más ricos y el resto de la población ha aumentado de manera drástica durante los últimos 12 meses", asentó.
"Simplemente no podemos aceptar que la mitad más pobre de la población mundial posea la misma riqueza que un puñado de personas ricas que cabrían sin problemas en un autobús", dijo Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.
Explicó que la preocupación de los líderes mundiales sobre la creciente desigualdad todavía no se ha materializado en medidas concretas para contrarrestarla y que la desigualdad en el mundo sigue una tendencia ascendente y cada vez más acelerada.
"No podemos seguir permitiendo que cientos de millones de personas padezcan hambre mientras que las élites económicas absorben los recursos que podrían ayudar a estas personas a salir de esa situación", consideró Byanyima.
Para contrarrestar la tendencia, que pone en peligro todo el progreso realizado a lo largo de los últimos 25 años en la lucha contra la pobreza, Oxfam propuso una serie de medidas.
Como prioridad, la organización pide que se acabe con la era de los paraísos fiscales, cada vez más utilizados por las personas ricas y las grandes empresas para evitar pagar los impuestos que les corresponde de manera justa.
"El hecho de que 188 de las 201 mayores empresas estén presentes en al menos un paraíso fiscal es un indicador de que es hora de actuar", manifestó Byanyima.
Sobre el caso de México, el organismo puntualizó que la riqueza conjunta de cuatro multimillonarios ha pasado del equivalente al 2.0 por ciento del Producto Interno Bruto del país en 2002 al 9.0 por ciento en 2014. Nueva York (NOTIMEX)