El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano de Wisconsin, Paul Ryan, anunció su retiro del Congreso en enero próximo para pasar más tiempo con sus hijos adolescentes.
Ryan, de 48 años y ex candidato vicepresidencial de Mitt Romney en 2012, rechazó que entre las razones de su jubilación figure el tono político que trajo la Presidencia de Donald Trump a Washington.
“Para nada”, respondió a una reportera en una rueda de prensa para anunciar su retiro.
Aunque Ryan ha tenido desencuentros con Trump en temas como el racismo, fue un apoyo importante para logar la aprobación de su principal obra legislativa, el recorte de impuestos, de cual se declaró orgulloso.
Ryan aclaró que no renunciará anticipadamente a su escaño en la Cámara de Representantes por Wisconsin, lo completará y dejará al Congreso hasta enero, después de las elecciones legislativas de noviembre.
Su decisión de no buscar la reelección tiene lugar en momentos que los demócratas hablan de una “ola azul”, el color emblemático de su partido, para arrasar a los republicanos en noviembre.
Los demócratas han ganado en los últimos meses las elecciones a las gubernaturas en Virginia y Nueva Jersey, así como el escaño senatorial del conservador estado de Alabama, que dejó vacante el procurador Jeff Sessions, entre otras victorias electorales.
Pero Ryan, quien ha estado dos décadas en el Congreso, negó que se va por razones políticas e insistió en que sólo lo hace por razones familiares para compartir más tiempo con sus tres hijos adolescentes.
“No quiero ser recordado como un papá de los fines de semana”, comentó.
Considerado un pragmático, se espera que la salida de Ryan del liderazgo en el Congreso detone una intensa pelea política en la tradicionalmente bancada republicana de la Cámara de Representantes, donde coexiste un sector radical con otro más moderado.
Charles Schumer, el líder de los demócratas en el Senado, expresó su expectativa de que Ryan use los meses restantes en la Cámara de Representantes para “liberarse” de su bancada y aprobar las iniciativas de ley pendientes.
Entre las asignaturas que aún no son consideradas por el Congreso de mayoría republicana figura el alivio migratorio a los 690 mil beneficiarios del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA). Washington (NOTIMEX)
