Desde la última semana de enero los venezolanos que llegan a Colombia a través de Cúcuta se han duplicado, estimó el obispo Víctor Manuel Ochoa, quien dirige un pequeño ejército que les atiende.
De acuerdo al religioso los dos puentes fronterizos con Venezuela son utilizados a diario por unas 70 mil personas, de las cuales alrededor de la mitad son venezolanos.
Quienes llegan a Colombia vienen a quedarse lo mismo en Cúcuta que en Bogotá, Cali, Medellín y otras ciudades, pero otros muchos se dirigen hacia Ecuador, Perú o Chile e inclusive Brasil, precisa.
Ochoa sabe de lo que habla pues la diócesis que encabeza lleva ya ocho meses de apoyar a los venezolanos que arriban. Les proporciona café, pan y otros alimentos en el almuerzo y la cena.
Entrevistado por el sitio religiónenlibertad, el obispo católico precisa que a escasos metros de la frontera opera una Casa de Paso, pero se han abierto otras ocho en el mismo número de parroquias.
“Vemos un deterioro muy grande en la calidad de vida de las personas que llegan desde Venezuela, y en particular un drama en los temas de medicina y en situaciones que requieren atención hospitalaria y quirúrgica”, agrega. Ochoa indica que el número de venezolanos que llega a Colombia es alto y empieza ya a generar dificultades, lo mismo entre ellos que en la ciudad que los recibe.
Quienes llegan vienen en situación de pobreza, con falta de medios materiales, con mucho dinero en bolívares pero que al cambiarlo a la moneda colombiano se vuelve una cantidad pequeñisima, explica.
Sobre las dificultades que generan estos migrantes, precisa que como Cúcuta es una ciudad pequeña, con apenas un millón de habitantes, muchos de los recien llegados se van a las zonas más pobres.
Recuerda que de acuerdo a las autoridades colombianas, en los meses recientes han llegado al país unos 800 mil venezolanos, sin contar los que van de paso a otras naciones del área. Estima que cada día los almuerzos y cenas que reparte la diocess a su cargo suma ocho mil, número que es posible con el apoyo de la comunidad y de organizaciones como Caritas Internationalis además de la de España.
Se trata de una tragedia muy grande y todos los recursos materiales son pequeños, se lamenta el obispo. Cúcuta (NOTIMEX)