Aviones de guerra rusos despegaron por segundo día consecutivo de la base aérea iraní de Hamadán para atacar objetivos del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, donde fueron abatidos más de 150 yihadistas, informó el Ministerio local de Defensa.
Los bombarderos Su-34 partieron de la base de Hamadán, en el oeste de Irán, para lanzar ataques contra objetivos del EI en la provincia siria de Deir Ezzor, destruyendo dos centros de mando y grandes campos de entrenamiento de los terroristas.
Al igual que el martes, cuando tuvieron lugar los primeros bombardeos de este tipo, los aviones rusos estuvieron escoltados por cazas Su-35S que Moscú tiene desplegados en el aeródromo sirio de Hmeymim, según el ministerio citado por la agencia local de noticias Sputnik.
Por primera vez desde que inició en septiembre pasado su campaña de ataques aéreos en Siria, bombarderos rusos Tupolev Tu-22m3 y Sukhoi Su-34 despegaron la víspera de la base iraní para atacar objetivos del EI y del grupo Fatah al Sham en las provincias de Alepo, Deir Ezzor e Idlib.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró este miércoles que no hay motivos para decir que su país esté violando las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el uso de un base aérea en Irán para su operación militar en Siria.
"No hay razones de ningún tipo para sospechar que Rusia está violando la resolución 2231", dijo Lavrov, quien recordó que "en este caso, no hay suministro, venta o transferencia de aviones de combate a Irán".
El vocero del Departamento estadunidense de Estado, Mark Toner, señaló que su país está analizando si el uso por parte de Moscú de una base iraní viola la citada resolución de las Naciones Unidas que "prohíbe el suministro, venta o transferencia de aviones de combate a Irán".
El jefe de la diplomacia rusa pidió a Estados Unidos dejar de ser "quisquilloso" con lo que está ocurriendo en cuanto a las restricciones que persisten sobre el comercio y las relaciones con Irán.
A petición del presidente Bashar al Assad, Rusia comenzó el pasado 30 de septiembre sus ataques aéreos en Siria dirigidos contra el EI, en una campaña que ha debilitado a los yihadistas, pero que Estados Unidos la considera una maniobra para apoyar al régimen sirio.
En todas las ocasiones anteriores, los bombarderos de largo alcance de Rusia habían operado desde pistas de aterrizaje nacionales, mientras que los bombarderos de primera línea lo hacían desde la base de Hmeymim, en la ciudad siria de Latakia.
Rusia e Irán son los dos principales aliados del régimen de Bashar al Assad, al que apoyan política, financiera y militarmente contra los rebeldes, el EI y el Fatah al Sham (que hasta el mes anterior era conocido como el Frente al Nusra). Moscú (NOTIMEX)