Por David McHUGH y Dalton BENNETT
Rusia lanzó el lunes 3 un ultimátum a dos buques de guerra de Ucrania en Crimea, exigiendo que sus tripulaciones se rindan de inmediato so pena de un asalto ruso, la incautación de las naves y la detención de sus tripulantes, denunció un portavoz militar de Ucrania.
Cuatro barcos de la Armada rusa en el puerto de Sebastopol bloquearon al buque antisubmarinos Ternopil y al buque de guerra Slavutych, ambos de Ucrania, a la espera de la respuesta de los capitanes de las naves, informó el portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, Maksim Prauta.
En Moscú, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia Vladimir Anikin rechazó la versión de un ultimátum ruso y lo desestimó como una tontería, pero se negó a dar detalles.
En otras partes de la península estratégica de Crimea, las tropas rusas controlaban el lunes 3 todos los puestos fronterizos de Ucrania, así como todas las instalaciones militares y una terminal de ferry clave, en la ciudad ucraniana de Kerch, a unos 20 kilómetros (12 millas) por barco desde Rusia. La región de Crimea también alberga la flota rusa del Mar Negro.
Ahora los gobiernos de Kiev y de occidente temen que Rusia pueda atacar y apoderarse de otras partes de Ucrania, en particular varias zonas prorrusas del oriente del país, el centro industrial de Ucrania y una zona agrícola importante.
Mientras los diplomáticos de alto rango se reunían en Bruselas, Kiev y Ginebra, varios gobiernos europeos advirtieron sobre la amenaza planteada por la invasión militar de Rusia.
“Estamos en la crisis más grave de Europa desde la caída del Muro (de Berlín). Veinticinco años después del fin del conflicto entre el este y el oeste, hay un peligro real de una división en Europa”, agregó el ministro de Exteriores alemán Frank-Walter Steinmeier, de visita en Bruselas.
“Cualquiera que siga las noticias puede ver que la escalada no se detiene. Por el contrario, las amenazas por parte de los rusos sólo son cada vez más fuertes”, agregó.
Horas antes, durante la sesión de apertura del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, justificó el lunes 3 el uso de tropas rusas en Ucrania como una protección necesaria para los ciudadanos rusos que viven allí.
Lavrov dijo que Rusia está comprometida con los derechos humanos y que “las intervenciones militares con el pretexto (de apoyar) a la población civil producen el efecto contrario”.
Sin embargo, no ha habido informes de hostilidad alguna contra los ucranianos rusoparlantes durante los cuatro meses de agitación política del país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso también presionó el lunes 3 a los nuevos gobernantes ucranianos que retomen al acuerdo del 21 de febrero, por el que se comprometieron a crear un nuevo gobierno de unidad que gobernaría hasta que llegara un gobierno emergido de una elección anticipada a más tardar en diciembre.
La tensión entre Kiev y Moscú se elevó abruptamente luego de que el prorruso presidente ucraniano, Viktor Yanukovych, fue expulsado del gobierno por las manifestaciones opositoras a su intención de reforzar los lazos con Moscú.
El mandatario prófugo huyó a Rusia luego de que más de 80 manifestantes murieron durante enfrentamientos cerca de la plaza central de Kiev.
Yanukovych dice ser el presidente legítimo de Ucrania. Desde entonces, tropas que Ucrania ha identificado como rusas se han trasladado a Crimea, donde patrullaron aeropuertos, rompieron equipos en una base aérea y sitiaron las instalaciones militares ucranianas.
En Kiev, el primer ministro de Ucrania pidió a occidente apoyo político y económico y dijo que Crimea sigue formando parte de su país. Admitió, sin embargo, que no había “por ahora, opciones militares sobre la mesa”.
El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña admitió por su parte que el Reino Unido no contempla una opción militar para revertir la incursión rusa en Ucrania, pero insistió en que Moscú debe enfrentar “costos significativos” después de sus acciones en Crimea.
Funcionarios de alto rango del gobierno del presidente Barack Obama dijeron que Estados Unidos cree que Rusia tiene ahora el control operacional total de Crimea, una zona prorrusa de Ucrania, y que en la región tiene ya más de 6 mil soldados.
Por ahora, el nuevo gobierno de Ucrania y occidente lucen impotentes para contrarrestar las tácticas rusas.
El primer ministro de Ucrania, Arseniy Yatsenyuk, insistió en que Crimea sigue siendo territorio de Ucrania a pesar de la presencia de militares rusos.
“Cualquier intento de Rusia para apoderarse de Crimea no tendrá ningún éxito en absoluto. Necesitamos tiempo”, dijo Yatsenyuk durante una conferencia de prensa con el ministro de Relaciones Exteriores británico Wiliam Hague, quien está de visita en Kiev.
“Por ahora, no hay opciones militares sobre la mesa”, dijo, antes de agregar que lo que Ucrania necesita con urgencia es apoyo económico y político.
“Apoyo real. Soporte tangible. Creemos que nuestros socios occidentales proporcionarán este apoyo”, añadió.
La indignación por los actos de Rusia crece en las capitales occidentales. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha pedido al presidente ruso Vladimir Putin que dé marcha atrás a lo que llamó “una terrible agresión”. Kerry visitaría Ucrania el martes 4. KIEV, Ucrania (AP)