Por PAUL J. WEBER y WILL WEISSERT
El gobernador republicano de Texas, Rick Perry, se defiende de un encausamiento judicial con un equipo de prestigiosos abogados con formidables antecedentes en grandes casos.
Pero mientras el potencial candidato presidencial para el 2016 planea viajes a Washington y Nueva Hampshire para continuar cortejando a los votantes del Partido Republicano, no está claro qué porción de la cuenta legal será pagada por los contribuyentes.
El equipo que defenderá a Perry incluye a los abogados que se han hecho cargo de casos del gigante petrolero BP y han expuesto argumentos ante la Corte Suprema de Estados Unidos. El abogado Tony Buzbee dice que no se ha resuelto todavía cuáles de los abogados serán pagados por el estado.
Perry se enfrenta a dos cargos graves de abuso de poder tras un controvertido veto el año pasado que recortó los fondos estatales para los fiscales anticorrupción. Los cargos conllevan posibles sentencias de prisión.
Perry ha negado enfáticamente cualquier irregularidad. AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP)
