La administración del presidente estadunidense Donald Trump ofreció reportes contradictorios de un presunto ataque químico en Siria, mientras la Casa Blanca intentaba atenuar la controversia generada por la amenaza del mandatario de lanzar un nuevo bombardeo como represalia.
“El presidente hace responsable a Siria y Rusia por este ataque con armas químicas”, dijo en rueda de prensa la vocera presidencial Sarah Sanders, quien rechazó la acusación de Moscú de que la ofensiva del sábado pasado en la comunidad de Douma fue un montaje de los rebeldes sirios.
Por separado, el secretario de Defensa, James Mattis, dijo a la prensa que hasta el momento no se ha determinado la responsabilidad del ataque, y precisó que “estamos todavía evaluando la información de inteligencia. Nosotros y nuestros aliados todavía estamos trabajando sobre esto”.
Consultada sobre esta contradición, Sanders ratificó sus declaraciones y explicó que la responsabilidad de Rusia se debe a que no pudo cumplir su promesa de que el régimen del presidente Bashar Assad no volvería a utilizar armas químicas.
“Ellos tienen responsabilidad por el hecho de que por proteger a Assad han vetado las seis resoluciones del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas (contra Siria). Ambas situaciones descansan a los pies de Rusia en términos de su responsabilidad en este proceso”, dijo la vocera presidencial.
Ante una pregunta de la prensa sobre la amenaza pública de Trump de lanzar un nuevo bombardeo con misiles contra Siria en represalia por ese ataque, Sanders recalcó que la administración no ha tomado una decisión definitiva al respecto.
“Todas las opciones están sobre la mesa. No se ha tomado una decisión final. Vamos a considerar todas esas opciones”, dijo.
Desestimó además que el anuncio hecho por Trump esta mañana mediante su cuenta en la red social Twitter haya significado un aviso anticipado sobre la acción que tomará Estados Unidos, indicando que no existen aún fechas o plazos. Washington (NOTIMEX)