La falta de alimentos afecta a más del 10 por ciento de la población, especialmente infantil, de Guatemala y El Salvador, advirtieron autoridades locales y de Naciones Unidas.
Ambos países registran un “porcentaje de arriba del diez por ciento de la población que padece inseguridad alimentaria severa”, dijo la subtitular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Guatemala (Sesan), Maira Ruano.
El porcentaje para determinar el problema del hambre resulta de las encuestas que miden el acceso de la población a los alimentos, con base en ingresos económicos, empleo fijo o producción de la tierra, entre otros.
Dijo que en Guatemala se enfrenta “una situación crónica de inseguridad alimentaria” que afecta a la niñez, pues el 46.5 por ciento de los menores de cinco años de edad sufre desnutrición. La funcionaria indicó que la inseguridad alimentaria y la malnutrición afectan a nivel nacional, “no hay una sola región libre de este problema derivado de la pobreza”.
En Guatemala, la pobreza afecta a más del 65 por ciento de la población, estimada en unos 16 millones de habitantes (que viven en 22 departamentos en que se divide el país).
El problema de la desnutrición infantil crónica es de casi la mitad de la población de cero a cinco años, en algunos departamentos el índice es mayor. En algunas comunidades indígenas del altiplano occidental se eleva a 70 y hasta el ciento por ciento, reconoció.
Hay población que ha migrado a las áreas urbanas, tenemos grupos con problemas graves de inseguridad alimentaria y desnutrición.
Destacó la instrumentación de la recién aprobada Ley de Alimentación Escolar, que fija presupuesto y acciones específicas en las escuelas del sistema público. La iniciativa “fortalece la política de Sesan”, añadió.
El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Guatemala, Diego Recalde, dijo que el país “es el quinto con mayor prevalencia de desnutrición crónica infantil a nivel mundial y primero en la región”. Guatemala (NOTIMEX)