Obama: Consultamos al congreso sobre canje soldado

Por Julie PACE

El presidente Barack Obama defendió el martes 3 su decisión de liberar a cinco prisioneros afganos en Guantánamo a cambio de la liberación de un soldado estadounidense, al afirmar que su gobierno había consultado con el congreso acerca de esa posibilidad “durante algún tiempo”.

Obama también dejó de lado las preguntas sobre las circunstancias que rodearon la captura del sargento Bowe Bergdahl por parte de los insurgentes en 2009. Estados Unidos, dijo el mandatario, tiene la obligación “sagrada” de no abandonar a sus uniformados.

“Independientemente de las circunstancias, cualesquiera que esas circunstancias pueden llegar a ser, aun así rescatamos a un soldado estadounidense si lo mantienen en cautiverio”, dijo Obama durante una conferencia de prensa en Polonia. “No condicionamos eso”.

Desde hace tiempo han surgido interrogantes sobre las circunstancias de la desaparición de Bergdahl hace casi cinco años. El Pentágono concluyó en 2010 que Bergdahl abandonó su unidad —en un aparente intento de deserción— y, después de una búsqueda intensa en un primer momento, los militares frenaron los planes para un rescate de alto riesgo.

A pesar de las conclusiones del Pentágono, Obama dijo que el gobierno no buscaba en este momento castigar a Bergdahl como un desertor.

“Nuestra principal prioridad es asegurarnos de que la transición que él está atravesando tras cinco años en cautiverio sea exitosa”, dijo el presidente.

El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo a The Associated Press en una entrevista telefónica el martes 3 que el ejército aún podría iniciar una investigación que llevara a presentar cargos de deserción contra Bergdahl.

Afirmó que han acusado a los líderes militares de Estados Unidos de “apartar la mirada de las malas conductas”, y añadió que “es prematuro” asumir que lo harían en el caso de Bergdahl, a pesar de sus cinco años como rehén de los talibanes.

Días después de su rescate, Bergdahl, de 28 años y residente de Hailey, Idaho, estaba en condición estable en un hospital militar estadounidense en Alemania.

Aún no se ha reunido con sus padres, Bob y Jani Bergdahl, también en Hailey, Idaho, quienes lanzaron una incansable campaña para mantener la atención sobre la historia de su hijo.

Entretanto, las preguntas sobre la manera en que se consiguió la liberación de Bergdahl se acumulaban en Estados Unidos: Cinco miembros de alto nivel de los talibanes fueron liberados de la prisión estadounidense en Guantánamo, Cuba, y enviados a Catar.

Los cinco tendrán que permanecer en Catar durante un año antes de regresar a Afganistán, y el grupo incluye ex ministros del gobierno talibán, comandantes y un hombre que tenía vínculos directos con el fallecido líder de al-Qaida Osama bin Laden.

Varios legisladores republicanos criticaron el acuerdo y se quejaron de no haber sido consultados, citando una ley que requiere dar aviso al Congreso 30 días antes de que un prisionero sea liberado de Guantánamo.

Republicanos en la Comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes dijeron que el Pentágono notificó al panel por teléfono el sábado 31 que el intercambio se produciría en las próximas cinco horas.

Obama indicó el martes 3 que los legisladores estaban al tanto de la posibilidad de que Estados Unidos podría acordar un intercambio de prisioneros con los talibanes y defendió la forma en que su gobierno maneja las notificaciones formales, al afirmar que cuando se presentó la oportunidad de liberar a Bergdahl, “aprovechamos esa oportunidad”.

El mandatario reconoció que siempre hay una posibilidad de que los afganos liberados se reincorporen a los talibanes u otros grupos que buscan atacar a Estados Unidos. Sin embargo, advirtió que vigilarán de cerca sus actividades.

“Vamos a observarlos”, dijo. “Estamos confiados en que vamos a estar en condiciones de ir por ellos si están participando en actividades que amenacen nuestras defensas”. VARSOVIA, Polonia (AP)

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