Muerte de inmigrante por rabia lleva a pesquisa

La muerte por rabia de un inmigrante guatemalteco el año pasado en un hospital de Corpus Christi provocó una búsqueda internacional de otros que pudieran haber estado expuestos a la enfermedad.

Más de 700 personas han sido evaluadas en lo que Ryan Wallace, experto en rabia de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) calificó de una “situación muy poco común” reportó el diario Corpus Christi Caller-Times (http://bit.ly/1kIVAJt ).

Federico Méndez Hernández, de 28 años, comenzó a mostrar síntomas pocos días después que la Patrulla Fronteriza lo arrestó en el sur de Texas en mayo del 2013 por ingreso ilegal al país. Méndez Hernández fue visto varias veces en la clínica de un centro de detención de inmigrantes con síntomas con exceso de salivación, ansiedad, insomnio, dificultad para tragar y pulso cardíaco elevado, según informes de los CDC.

Nueve días después de ser arrestado, Méndez Hernández fue trasladado al Hospital Christus Spohn Kleberg, donde los médicos le descubrieron aire entre el pecho y los pulmones. Su estado se agravó y finalmente hubo que conectarlo a una máquina para que pudiera respirar y sufría de fiebre alta.

“No podían dar con lo que tenía”, dijo el doctor Andy Russell, residente de medicina de emergencia en el hospital. “Estaba muy inestable, a borde de una falla masiva de órganos y no entendíamos qué pasada”.

Los síntomas eran los típicos de la rabia pero en Estados Unidos sólo hay entre una y ocho muertes anuales por esta enfermedad.

“Mientras más pensábamos en el caso nos convencíamos de que debía tener rabia”, dijo Russell. La prueba resultó positiva.

Nunca ha habido un caso confirmado de propagación de rabia de persona a persona, excepto en trasplantes de órganos. Pero Méndez Hernández había pasado por cuatro centros federales de detención y dos hospitales antes que lo desconectaran de las máquinas que lo mantenían con vida el 11 de junio del 2013.

Investigadores de salud identificaron a 742 personas que habían tenido contacto con Méndez Hernández. Al final se recomendó a 23 de esas personas que se vacunaran contra la rabia, entre ellos tres agentes que tuvieron un contacto físico fuerte con él durante el arresto, otros detenidos y cinco trabajadores de la salud.

El CDC no pudo determinar cómo Méndez Hernández contrajo la enfermedad. La cepa del virus que le identificaron es muy parecida a las que sufren los perros en Guatemala, pero no le encontraron ninguna mordedura de perro y su familia no recuerda que un perro lo haya mordido. CORPUS CHRISTI, Texas (AP)

 

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