Un total de 54 mil 152 personas fueron asesinadas por motivos relacionados con la violencia política desde 2018 hasta la fecha, lo que supone casi un tercio de los homicidios registrados durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, según el reporte ‘Votar entre Balas’, realizado por organizaciones no gubernamentales y presentado este martes.
El informe, elaborado por las ONGs Armed Conflict Location and Event Data (ACLED), Data Cívica, México Evalúa y el medio digital Animal Político, hace un balance de la violencia político-criminal y sus implicaciones en la democracia mexicana un mes después de las elecciones generales en las que se impuso la oficialista Claudia Sheinbaum.
Sandra Pellegrini, especialista para América Latina de ACLED, informó que desde que comenzase la cobertura de su organización en México en enero de 2018, registraron más de 50 mil muertes que, aunque no siempre correspondiesen a sujetos políticos en concreto, sí causaron trascendencias políticas y por tanto pueden relacionarse.
En cuanto a la influencia de la violencia en el proceso electoral celebrado recientemente, Tiziano Breda, analista para América Latina de la misma organización, informó de que “se ve claramente una tendencia a más” en la violencia registrada respecto las elecciones celebradas en 2021 y 2018.
El informe demuestra que seis de los diez estados con más violencia por crimen organizado son también los que mayor número de eventos violentos relacionados con la política presentan, por lo que para Breda “esta correlación sugiere que hay un rol importante jugado por los grupos del crimen organizado”.
¿La elección más sangrienta?
Por su parte, Itzel Soto, analista de Data Cívica, compartió los datos registrados por su organización referentes a violencia política - criminal durante el último proceso electoral.
Desde septiembre de 2023 hasta el día de las elecciones se registraron 513 víctimas de ataques, de las cuales 130 fueron candidatos, 275 eran funcionarios públicos, otras 50 pertenecían a partidos políticos, 47 corresponden a autoridades electa y 26 a familiares de políticos.
De los candidatos atacados, 34 fueron asesinados, el doble que en la elección de 2021.
Por estados, los más violentos fueron Guerrero (sur), con siete asesinatos, y Chiapas (sur), con cinco; seguidos por los cuatro en Jalisco (occidente) y tres en Michoacán (centro).
Los datos reflejan también el partido al que pertenecían los aspirantes atacados en el país: el 31 % de ellos corresponden al Movimiento Regeneración Nacional y el 14 % a la coalición Fuerza y Corazón por México, formada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD), según indicó Soto durante la conferencia.
“El 80 % de los ataques registrados está relacionado a personas que aspiran a cargos locales”, detalló el analista de ACLED.
Las agresiones también condicionan la participación electoral, ya que “en once de los quince municipios más violentos (del país) vemos reducciones de participación”, según Sandra Ley, coordinadora de seguridad de México Evalúa.
“Casos como Pihuamo en Jalisco donde tras el asesinato de un aspirante a la alcaldía hubo una participación del 20 %” ejemplificó Ley, en referencia a la muerte violenta de Humberto Amezcua en marzo de 2024.
Por último, el periodista Ernesto Núñez, de Animal Político, hizo hincapié en aquellas zonas del país donde el crimen organizado influye en los procesos electorales sin necesidad de ejercer la violencia directamente.
“Hay municipios en Jalisco donde ni siquiera encuentras propaganda electoral (...) y en algunos de esos municipios encontramos niveles de participación del 80 %” informó Núñez, en alusión a la coerción silenciosa ejercida por organizaciones criminales contra la población. México (EFE)