México rechaza ejecución de mexicano en Texas

El gobierno mexicano anunció el domingo 19 que “rechaza firmemente” la ejecución prevista en Texas de un mexicano condenado por matar a un policía.

La programada ejecución de Edgar Tamayo sería una violación más de un tratado internacional por parte de Estados Unidos, sostuvo la Secretaría de Relaciones Exteriores en una declaración difundida el domingo 19.

Está previsto que Tamayo sea ejecutado mediante una inyección letal el miércoles 22 por la muerte a tiros de un policía en 1994, quien lo había detenido por un robo.

“El gobierno de México reitera su firme rechazo a la ejecución del connacional programada para el 22 de enero de 2014”, agregó.

De acuerdo con la cancillería mexicana, la Corte Internacional de Justicia resolvió en 2004 que Estados Unidos está obligado a revisar y reconsiderar las sentencias de 51 mexicanos, entre ellos Tamayo, quienes fueron condenados a la pena capital sin haber sido notificados de su derecho a recibir asistencia y protección por parte de las autoridades consulares mexicanas, tal y como establece el artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963.

Esa sentencia es conocida como el Fallo Avena.

“De tener lugar la ejecución de Edgar Tamayo sin que su proceso penal sea revisado y su sentencia reconsiderada, de conformidad con lo ordenado por la Corte Internacional de Justicia, constituiría el tercer caso de ejecución de un mexicano que es parte del fallo Avena, así como una clara violación por parte de Estados Unidos a sus obligaciones internacionales previstas en la Convención de Viena, cuya observancia es fundamental para garantizar el derecho de toda persona al debido proceso, incluyendo los nacionales de Estados Unidos, mientras se encuentren de viaje o residan en el extranjero”, agregó la cancillería mexicana.

Los abogados de Tamayo han dicho que si Tamayo hubiese recibido ayuda del consulado mexicano, podría haber obtenido pruebas atenuantes que permitiesen haber convencido al jurado de que una sentencia que no fuera la muerte.

No es la primera vez que se denuncia una violación a la convención internacional en relación con ciudadanos extranjeros condenados a muerte en Texas. Por lo menos otros dos presos en Texas en circunstancias similares fueron ejecutados en los últimos años.

En 2004, la Corte Internacional de Justicia de La Haya concluyó que Tamayo y más de cuatro decenas de presos mexicanos cuya ejecución está pendiente en Estados Unidos no fueron informados de sus derechos consulares cuando fueron arrestados, de acuerdo con la Convención de Viena. La Corte instó a nuevas audiencias en los tribunales, donde se determine si el acceso consular habría afectado los casos de esas personas condenadas.

Un año después, el presidente George W. Bush estuvo de acuerdo con el tribunal internacional e instó a que se celebraran nuevas audiencias. La Corte Suprema de Estados Unidos, sin embargo, rechazó el pedido de Bush y el impacto de la decisión de la corte internacional en una apelación interpuesta por el recluso mexicano José Medellín, preso en Texas y condenado a muerte. La mayoría de la Corte Suprema determinó que sólo el Congreso podía exigir a los estados obedecer la decisión del tribunal internacional.

El Congreso nunca ha aprobado una legislación con ese objetivo. MÉXICO (AP)

 

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