Nicaragua vive un ‘contexto alarmante’ de represión política, deterioro económico y social, y creciente aislamiento internacional que solo puede cambiarse mediante “un enfoque integral” dirigido a “debilitar la estructura de poder autoritaria y abrir espacio para la restauración de los derechos humanos y la democracia”.
La Fundación para el Desarrollo Social y la Innovación, ONG (2009) en Nicaragua con sede en Miami, publicó un informe sobre la situación en el país en 2024 en el que concluye que pese a la presión internacional y las sanciones que enfrenta, el régimen de Daniel Ortega ha “consolidado” su poder.
Titulado “Derechos en crisis”, el informe pasa revista a la situación en Nicaragua desde diversos ámbitos e incluye recomendaciones para la sociedad civil nica y la comunidad internacional.
Entre las recomendaciones se incluye promover la unidad dentro de la oposición y crear un fondo internacional de apoyo a las víctimas de la represión.
“Este año, el contexto político se ha caracterizado por control cada vez más estricto del Estado sobre las esferas de la vida pública, debilitamiento de las instituciones democráticas y entorno de represión y censura”, dice.
La ONG subraya que el régimen presenta “rasgos claros de dictadura” que reprime cualquier la disidencia, controla los poderes del Estado, la información y busca el respaldo de gobiernos cuestionados por su falta de respeto a los derechos humanos, agrega.
Reproduce una afirmación de Ortega sobre su acercamiento a Afganistán. “El gobierno talibán ha demostrado que se puede resistir ante las imposiciones extranjeras”.
Desde las protestas pacíficas que estallaron en abril de 2018 las fuerzas gubernamentales han respondido con tácticas de represión que han causado “la muerte de más de 300 personas y el exilio de más de 750 mil personas, incluidos líderes opositores, periodistas y defensores de derechos humanos”, indica la ONG. Miami (EFE)