Luis Martín Pages, de 29 años, mató a su madre de varios disparos en la casa donde ella vivía en el condado de Miami-Dade porque, según dijo a la policía, perdió las casillas en una discusión en torno a un control remoto del aire acondicionado, un jugo de naranja y un automóvil.
Medios locales informaron que Pages ya compareció ante un juez y ahora está acusado de asesinato en segundo grado y preso sin derecho a fianza a la espera de juicio.
El propio Pages llamó a la policía, confesó ser el autor de los disparos y pidió que lo metieran en la cárcel por la muerte de su madre, Miriam González, de 59 años.
Los canales hispanos Telemundo y Univision se hicieron eco de lo sucedido en una vivienda de North Miami Beach donde González vivía desde hacia menos de un mes y de lo que Pages le contó después a la policía.
Cuando la policía llegó al hogar familiar la madre de Pages ya estaba muerta y él gritaba que había perdido el juicio.
El joven le dijo a la policía que la discusión fue subiendo de tono y su madre llegó a amenazarlo con un cuchillo.
Tras dispararla con una pistola nueve milímetros en seis ocasiones, el joven quiso suicidarse pero no le quedaban balas.
Martín González, hermano de la víctima y tío de Pages, dijo que no creía que su hermana hubiera amenazado a su propio hijo con un cuchillo.
"Que Dios te perdone, que Dios te perdone Luis Martin", subrayó el tío, quien dijo confiar en que su sobrino esté "analizando muy bien" lo que pasó, porque eso lo va a llevar toda su vida encima.
Pages contó a la policía que como estaba desempleado le había pedido a su madre el auto para buscar un trabajo, pero ella le dijo que no porque todo estaría cerrado por Labor Day (Día del Trabajo), que se celebró el pasado lunes.
Más tarde discutieron por un vaso de jugo de naranja que él se sirvió de una jarra que había en la nevera y después porque ella no le quiso dar el control remoto del aire acondicionado cuando él se lo pidió. Miami (EFE)