Kim Jong Nam, el fallecido medio hermano del líder norcoreano Kim Jong Un, sabía que su vida estaba en peligro seis meses antes de su muerte, ocurrida en 13 de febrero de 2017, reveló un oficial de Policía ante un Tribunal malayo.
En el marco del juicio contra la indonesia Siti Aisyah y la vietnamita Doan Thi Huong, las dos mujeres acusadas del asesinato, este martes compareció ante la Corte el investigador principal de la Policía Wan Azirul Nizam Che Wan Aziz, quien afirmó que Kim temía por su vida.
“Seis meses antes del incidente del 13 de febrero, Kim Jong-nam dijo a su amigo Tomie Yoshio :'tengo miedo por mi vida y quiero un conductor'", aseguró Wan Azirul, ante el Alto Tribunal de Sham Alam, ubicado a las afueras de Kuala Lumpur.
Citando entrevistas policiales que realizó a Yoshio, el oficial de la Policía de Malasia explicó que dicha declaración la hizo el norcoreano a su amigo, por lo que el 6 de febrero del año pasado, cuando Kim llegó a Malasia le envió a su chofer al aeropuerto.
“El conductor recibió instrucciones de llevar a Kim a su alojamiento y otros lugares a los que quería ir después de que Kim le dijera a Yoshio que su ‘vida estaba en peligro’”, reiteró Wan Azirul, según un reporte del diario The Malay Mail en línea.
Kim Jong-nam falleció el 13 de febrero pasado camino a un hospital de Malasia, tras ser atacado en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, por dos mujeres que rociaron su rostro con el agente neurotóxico VX, clasificado como arma química.
Las mujeres, Siti Aisyah y Doan Thi Huong, se han declarado inocentes y han afirmado que fueron engañadas y que se acercaron a Kim creyendo que estaban participando en un programa de televisión de bromas de “cámara oculta”.
Durante su comparecencia, el investigador de la Policía malaya no dio ningún otro detalle sobre Yoshio, ni sobre su paradero actual, aunque insistió que el hermanastro del líder norcoreano temía por su vida, mucho antes de ser envenenado.
Gooi Soon Seng, abogado de Siti Aisyah, ha argumentado que el asesinato fue motivado políticamente, con importantes sospechosos, vinculados a la embajada de Corea del Norte en Kuala Lumpur, sugiriendo que su cliente era un “chivo expiatorio”.
Wan Azirul coincidió con Gooi en que las dos mujeres acusadas no tenían motivos para asesinar al norcoreano, pero negó las acusaciones de la defensa de que la investigación policial había sido "parcial".
El abogado también cuestionó ante la Corte por qué Hong Song-hac, uno de los cuatro norcoreanos sospechosos del crimen, había pagado a Siti Aisyah por actuar en un programa de bromas, y recordó que las grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto, lo captaron huyendo del país el día del asesinato.
“Hong, era un funcionario de la embajada de Corea del Norte en Indonesia de 2016 a 2017”, dijo Gooi al tribunal, citando los registros obtenidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Indonesia.
Wan Azirul no pudo confirmar la afirmación de Gooi, pero admitió que no había investigado los antecedentes de Hong a pesar de que había sido nombrado desde el principio de sus investigaciones como sospechoso de la muerte de Kim Jong Nam. Kuala Lumpur (NOTIMEX)