La candidata demócrata a la Casa Blanca, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se rodeó de republicanos en un intento por convencer al sector moderado de ese partido de rechazar a un Donald Trump “cada vez más inestable y desquiciado”.
“No importa su partido, no importa por quién votaron la última vez, hay un lugar para ustedes en esta campaña”, dijo Harris, en un mitin en Washington Crossing, en el estado clave de Pensilvania.
En el acto, bautizado “el país por encima del partido”, había cerca de un centenar de líderes republicanos, según Harris.
Uno de ellos era el excongresista Adam Kinzinger, que se enfrentó a Trump durante su mandato (2017-2021) y que fue uno de los dos únicos republicanos que formó parte de la comisión que investigó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Harris apeló durante el acto al respeto al orden constitucional, la diversidad de ideas y la libre expresión.
“La Constitución no es una reliquia del pasado, sino que determina si somos un país donde el pueblo puede expresarse libremente e incluso criticar al presidente sin temor a ser encarcelado o perseguido por los militares”, afirmó la demócrata.
“Trump -añadió Harris- considera a cualquier estadounidense que no lo apoye o se doblegue a su voluntad como un enemigo de nuestro país. Además, dice que como comandante en jefe usaría a nuestros militares para perseguirlos. Honestamente, reflexione sobre eso: Trump está cada vez más inestable y desquiciado”.
La vicepresidenta reconoció que en unas elecciones convencionales “podría ser un poco sorprendente” recibir el apoyo de los cargos republicanos que acudieron al acto, “pero no en esta elección”, subrayó.
“Estamos aquí hoy porque compartimos una creencia fundamental: que debemos poner al país por encima del partido”, aseveró.
En su afán de apelar a los votantes republicanos cuando faltan menos de tres semanas para las elecciones, Harris ofrecerá esta noche su primera entrevista con el medio conservador Fox News, muy afín a Trump. Washington (EFE)