Francia busca cómplices de ataques, moviliza 10 mil agentes

Por Lori HINNANT y Suzan FRASER

Francia ordenó el lunes que 10 mil soldados salgan a las calles para proteger zonas en posible peligro —entre ellas las escuelas judías— mientras continuaba la búsqueda de cómplices en los ataques de París que causaron 17 muertos.

El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo que la búsqueda es urgente porque "la amenaza sigue presente" tras los ataques que comenzaron con la masacre en el semanario satírico Charlie Hebdo y terminaron con la muerte de los tres extremistas en ataques casi simultáneos de las fuerzas de seguridad.

Para el mediodía, el Marais, uno de los barrios judíos más antiguos del país, estaba repleto de policías y soldados. Unos 4,700 efectivos de seguridad estaban asignados a proteger las 717 escuelas judías del país, dijo el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.

"Una niña me dijo que quería vivir en paz y aprender en paz en su escuela", dijo Cazeneuve durante una visita a una sala donde las paredes estaban cubiertas de caras sonrientes dibujadas por los niños.

"Es lo que el gobierno, es lo que la república les debe a todos los niños en Francia: seguridad en todas las escuelas, especialmente las que pudieran verse amenazadas", añadió.

Los niños agitaban banderas israelíes y francesas.

Por su parte, el ministro de Defensa dijo que el país desplegará 10 mil agentes de seguridad para proteger a la población. Jean-Yves Le Drian dijo que la medida entrará en vigor el martes 13, y se centrará en las zonas más sensibles.

"Los trabajos sobre estos ataques, sobre estos actos terroristas y bárbaros continúa (...) porque consideramos que probablemente haya algunos posibles cómplices", dijo Valls a la televisión BFM.

La viuda de uno de los atacantes cruzó a Siria, un día después de la masacre de Charlie Hebdo, y el mismo día en que su marido disparó y mató a una policía local en las afueras de París, según el ministro de Exteriores de Turquía.

El canciller turco Mevlut Cavusoglu dijo a la agencia estatal Anadolu que Hayat Boumedienne llegó a Turquía procedente de Madrid el 2 de enero, antes de los ataques, y se alojó en un hotel en Estambul antes de pasar la frontera a Siria.

No estaba claro cuántos cómplices buscaban las fuerzas francesas aparte de Bouneddiene, la viuda de Amedy Coulibaly, el atacante del grupo Estado Islámico que mató a cuatro rehenes en un mercado judío en París antes de ser abatido.

Pero varios posibles sospechosos aparecieron en el radar. La policía dijo que el ataque a Charlie Hebdo fue obra de tres personas, pero solo ha hallado a dos, los hermanos Cherif y Said Kouachi, muertos ya.

El vídeo aparecido en el que su marido, Amedy Coulibaly, explica cómo se desarrollarían los ataques, fue editado una vez terminaron las acciones terroristas. La policía busca además a la persona que grabó y publicó la cinta.

La inteligencia turca siguió a Boumeddiene desde su llegada al país el 2 de enero. Ella y su acompañante en el viaje, un hombre de 23 años, visitaron Estambul y dos días más tarde, el 4 de enero, partieron a un pueblo cerca de la frontera turca, dijo un funcionario de la agencia turca que no estaba autorizado a hablar de forma oficial.

La última señal de su celular fue el 8 de enero en la ciudad fronteriza de Akcakale, desde donde al parecer cruzó a territorio controlado por el Estado islámico. Los billetes que tenía para volver a Madrid el 9 de enero no se utilizaron.

Los sobrevivientes dicen que los atacantes de Charlie Hebdo, dos hermanos de París, afirmaron que eran de al-Qaida en Yemen, considerado por Estados Unidos la filial más peligrosa de la red. En el video, Coulibaly promete lealtad al grupo de extremistas Estado Islámico.

Pero los lazos entre los tres hombres se remontan al menos a 2005, cuando Coulibaly y Cherif Kuachi estuvieron juntos en prisión. Más tarde se supo que el hermano mayor de Cherif, Said, luchó con o fue entrenador por al-Qaida en Yemen. Cherif fue condenado en 2008 junto a otros dentro de una red que envió yihadis a combatir a las fuerzas estadounidenses en Irak. PARÍS (AP)

 

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