Las autoridades de la frontera de California (EE.UU.) detectaron un incremento en el número de ciudadanos rusos y ucranianos que cruzan desde México en busca de asilo político, lo que les ha llevado a reforzar el control del paso de vehículos particulares.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) clausuró más de la mitad de los carriles de ingreso desde la fronteriza ciudad de Tijuana (México) para que lo conductores muestren sus identificaciones.
Estos inmigrantes viajan en vehículos usados mexicanos que adquieren muy baratos para cruzar la franja fronteriza entre los dos países en San Ysidro, y ya en Estados Unidos, se entregan y piden asilo.
CBP indicó que ha sido el método usado por la mayoría de 6 mil 400 solicitantes rusos y unos mil ucranianos entre el 1 de octubre pasado, cuando inició el año fiscal, y el fin de enero.
Un oficial dijo, a condición de anonimato, que los inmigrantes de ambas nacionalidades han llegado con más insistencia desde que Rusia comenzó a invadir Ucrania.
Los rusos y ucranianos vuelan de Europa a Ciudad de México o destinos turísticos mexicanos, luego viajan a Tijuana, compran autos usados baratos, cruzan la frontera y piden asilo.
Los solicitantes de asilo de Rusia y Ucrania, a diferencia de los de la mayoría de los países latinoamericanos, tras informar que piden asilo pueden continuar sus procesos de asilo al lado de familiares y allegados.
Mientras tanto para el resto de los inmigrantes la administración del presidente Joe Biden ha mantenido el mecanismo Título 42, una disposición sanitaria de la era de Donald Trump (2017-2021), con la que los agentes fronterizos quedan autorizados a enviar de inmediato a suelo mexicano a los solicitantes de asilo, como medida para prevenir el Covid-19. San Ysidro (EFE)