El líder de los republicanos en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, tachó el asalto al Capitolio de “insurrección violenta” y criticó que su partido amonestara a dos legisladores que investigan el papel del expresidente Donald Trump (2017-2021) en ese suceso.
McConnell describió el ataque perpetrado por una turba de seguidores de Trump como una “insurrección violenta con el propósito de evitar la transferencia pacífica del poder”.
Se posicionó así después que el Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés), órgano ejecutivo del partido, amonestara a Liz Cheney y a Adam Kinzinger, legisladores republicanos críticos con Trump.
La dirección del partido acusó a los dos legisladores de apoyar los “esfuerzos de los demócratas para destruir a Trump” y afirmó que el asalto al Capitolio fue “un discurso político legítimo”.
El líder de los republicanos en el Senado se desmarcó de ese posicionamiento y opinó que “no es el trabajo del RNC” señalar a los miembros del partido “que tengan puntos de vista diferentes al de la mayoría”.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki rechazó la idea de que el asalto fuera “un discurso político legítimo”, al recordar que hubo decenas de heridos, los seguidores de Trump “pedían que se ahorcara al vicepresidente”, Pence.
El 6 de enero de 2021, una turba de seguidores de Trump asaltó el Capitolio para intentar frenar la ratificación del demócrata Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos, en un suceso que dejó cinco muertos y cerca de 140 agentes heridos. Washington (EFE)
