El presidente estadounidense Joe Biden no tuvo reparos al expresar su decepción por la más reciente decisión de la OPEP+ de reducir su bombeo en 2 millones de barriles diarios, y fue más lejos al considerar la acción como una medida “cortoplacista”.
“En un momento en que mantener el suministro global de energía es de suprema importancia, algo relevante, esta decisión tendrá el mayor impacto negativo en los países de bajos y medianos ingresos, los mismos que ya están sufriendo los elevados precios de la energía”, puntualizó a través de un comunicado de su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y su consejero económico Brian Deese.
El recorte planificado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) es considerablemente el mayor de la oferta petrolera desde mayo de 2020 y de hecho obliga a la Administración de Biden a que tenga que consultar al Congreso sobre la adopción de medidas adicionales con el marcado objetivo de reducir el control de la OPEP sobre los precios de la energía.
Sin pérdida de tiempo el presidente Biden reaccionó e hizo un llamamiento a las compañías energéticas estadounidenses para que sigan bajando los precios en las gasolineras cerrando “la brecha históricamente grande” entre los precios al por mayor y al por menor, con el propósito de que los consumidores paguen menos.
El anuncio de la OPEP+ -realizado el pasado miércoles 5-, liderada por Arabia Saudí y Rusia, es según el mandatario demócrata estadounidense “un recordatorio de por qué es tan importante que Estados Unidos reduzca su dependencia de fuentes extranjeras de combustibles fósiles”.
Biden reprochó que ese recorte acordado en Viena tenga lugar en un momento en que “la economía global sigue afrontando el impacto negativo continuado” a causa de la invasión rusa de Ucrania, desde febrero último.
Por todo ello, el presidente estadounidense ha pedido a la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, que de inmediato explore “cualquier medida responsable adicional para continuar aumentando la producción nacional”, deja sentado la nota.
Por otro lado el mandatario estadounidense se congratuló de que la Ley para la Reducción de la Inflación, que por cierto fue ratificada en agosto, vaya a acelerar la transición hacia la energía limpia y “aumentar la seguridad energética” del país, incrementando, a su juicio, su independencia respecto a otras naciones.
La más reciente decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo + es incuestionablemente contraria a la petición de los países occidentales, quienes han reiterado consideran oportuno abrir los grifos, más que todo con la intención de abaratar el precio del combustible y la energía, y frenar con esa apertura la significativa inflación, pese a que es posible que el recorte real acabe siendo menor que el anunciado, ya que las extracciones de la mayoría de productores del grupo llevan meses muy por debajo de la cuota nacional establecida. Washington (EFE)