El cantante de música ranchera e ídolo mexicano Vicente Fernández fue despedido el lunes 13 en su rancho del occidental estado de Jalisco con una larga misa llena de música y del cariño de su público, que no dejó solo ni un momento a la última figura de la música mariachi.
La familia del cantautor decidió que el gran homenaje al también conocido como “Charro de Huentitán” fuera en el rancho Los Tres Potrillos, que construyó hace más de tres décadas cerca de Guadalajara, rodeado de su gente y su música, y lejos de la suntuosidad que han tenido otras figuras de la cultura popular mexicana.
Esa fue la voluntad de Fernández, fallecido el domingo 12 a los 81 años, y esa fue la manera en que su público quiso acompañarlo durante más de 24 horas en las que la Arena Vicente Fernández Gómez (VFG), contigua al rancho, permaneció abierta para cualquiera que quisiera mostrar sus condolencias, como si se tratara de un amigo querido y entrañable.
Ni la resaca del festejo del Atlas, equipo de Guadalajara que logró su segundo campeonato en 70 años, ni la cotidianeidad de las labores deslucieron el homenaje al ídolo que pasó sus últimos cuatro meses en un hospital privado luchando por su vida tras una caída.
El público no dejó de desfilar durante la madrugada y la mañana del lunes 12 frente al templete que fue colocado en el escenario de la arena, donde tantas veces el cantante presenció conciertos y campeonatos de charrería, el deporte tradicional mexicano.
De hecho, muchos acudieron al lugar vestidos con la tradicional indumentaria de jinete charro y su inconfundible sombrero.
El auditorio estuvo envuelto por las notas del Mariachi Azteca, que acompañaba a ‘Chente’, apodo de Vicente Fernández, durante sus conciertos, y que solo guardó silencio durante una parte de la noche, cuando la familia decidió hacer una oración.
ENTRE FLORES Y VELAS
El ataúd de quien fuera el máximo ídolo de la cultura popular mexicana estuvo rodeado de flores blancas, velas, un crucifijo, una bandera mexicana y la imagen de la Virgen de Guadalupe, de la que era devoto. El destino quiso que el cantante muriera el 12 de diciembre, Día de la Virgen.
Una enorme fotografía del cantante en blanco y negro con la frase “Descanse en paz” era el telón de fondo para el ritual religioso que concluyó con una frase que podría resumir la vida del cantautor: “Vicente no quería que le cantáramos las Mañanitas, quería aplausos”.
A la ceremonia asistieron no solo sus familiares y empleados del rancho sino amigos y personalidades como el boxeador Julio César Chávez y el cantante Pedro Fernández.
La misa concluyó con los potentes acordes de la popular canción “Guadalajara, Guadalajara”, mientras decenas de fotografías aparecían en una de las pantallas.
“¡Que te vaya bonito, Vicente!”, gritó una de las asistentes haciendo alusión a una de las melodías más conocidas del intérprete.
Los hijos del cantante y su esposa Refugio Abarca se reunieron en torno al féretro.
A nombre de la familia, el también cantante, Alejandro Fernández agradeció el cariño del público que llegó de todas partes de México y a quienes estuvieron al pendiente de la salud de su padre.
“Queremos agradecer todas las demostraciones de cariño y amor hacia mi padre estando en vida. Pido un aplauso a los doctores que estuvieron atendiendo a mi padre e hicieron un esfuerzo hasta el final. ¡Que viva Vicente, para siempre!”, expresó.
“A todas las personas que nos están viendo, que pidieron (por él), mandaron bendiciones, mandaron decir misas y rezaron (por él) les mando la bendición y las gracias”, dijo llorando, pero con mucha fortaleza, la esposa Refugio Abarca, escoltada por sus hijos.
Alejandro Fernández cantó “Volver, volver”, la canción con la que su padre quería ser despedido.
Esta misma canción fue la que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mandó reproducir durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional para recordar al cantante.
El ataúd fue preparado para dejar el auditorio y abandonar por última vez el escenario arropado por los aplausos y el llanto de un público que no se cansará de aplaudir y escuchar sus canciones.
En una ceremonia íntima, los restos del cantante fueron sepultados en el jardín de su rancho, junto a sus caballos y en su tierra.
El gobierno de México estudia organizar un gran homenaje a Vicente Fernández en el Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México, donde han sido despedidas figuras emblemáticas de la talla de Frida Kahlo, Chavela Vargas, Gabriel García Márquez y Juan Gabriel.