El nuevo gobierno mexicano lidiará con una Centroamérica bajo crisis migratoria inédita

En una crisis migratoria inédita, miles de migrantes irregulares atraviesan o salen a diario de Centroamérica con destino a EE.UU o México, en el caso de no alcanzar el “sueño americano”. Es la realidad con la que deberá lidiar el nuevo presidente mexicano que será elegido el domingo 2 de junio.

La crisis migratoria y humanitaria no para de crecer. Más de 520 mil viajeros, alrededor del 20 % de ellos menores y adolescentes, atravesaron la jungla panameña del Darién, la peligrosa frontera natural entre América del Sur y Centroamérica, en 2023, una cifra sin parangón que amenaza con palidecer frente a las 800 mil que agencias de la ONU como Unicef calcula pueden hacerlo este año.

Se trata en su mayoría de venezolanos, y se suman haitianos, ecuatorianos, colombianos, brasileños y nacionales de países lejanos como China, la India, Angola, Pakistán o Senegal, entre otros. Los llamados extracontinentales.

Los horrores que sufre esta población en movilidad se repiten: robos, violaciones, abusos, a lo que se suma el temido Tapón del Darién, donde los viajeros se enfrentan a un entorno natural salvaje. 

Las autoridades centroamericanas han optado por dar paso a este flujo que confiesan es inmanejable para ellas, insistiendo en la necesidad de ayuda internacional para gestionarlo y en soluciones regionales que permitan migración regular, ordenada y segura.

Panamá y Costa Rica aplican desde 2015 - cuando estalló la primera crisis con miles de cubanos viajando hacia EE.UU. - un llamado “flujo controlado”: los migrantes que cruzan el Tapón del Darién son atendidos en estaciones por las autoridades panameñas que, a costo de cada viajero, los embarcan en autobuses que los dejan en territorio costarricense, donde toman otro transporte para salir de ese país.

El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien asumirá el cargo el próximo 1 de julio, habla de repatriar en masa los migrantes que crucen el Darién, ya que su país no cuenta con recursos para manejar ese flujo que, devasta la selva, Patrimonio de Humanidad, y constituye un problema para la seguridad nacional y regional.

El director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Honduras, Rolando Sierra, indicó que la política del gobierno hondureño ha sido “facilitar la migración”, con medidas como una amnistía que suspendió el pago de una sanción administrativa a los viajeros. 

Sierra dijo que hay que esperar a ver los resultados de las elecciones y quien gana la presidencia de México para conocer si su política será de “mayor control migratorio” y negociará con los países centroamericanos para frenar la migración irregular. Ciudad de Panamá (EFE)

 

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