El joven Eduardo no cabe en sí de contento. Y sus razones tiene. La Corte de Apelaciones de Virginia concluyó hace pocos días “que el intento del gobierno del presidente Donald Trump de eliminar el programa DACA que les protege de la deportación fue “ilegal”.
De padres mexicanos, Eduardo llegó a los Estados Unidos a punto de cumplir cuatro años, es bilingue, y este es el único país que conoce; sus padres se asentaron en Las Vegas en 1997; aquí se graduó de high school.
Por dos votos contra uno, la mencionada Corte argumentó que la administración no explicó bien la razón por la cual quería eliminar el plan, contradiciendo la resolución de un juzgado federal que resolvió que el gobierno no había hecho nada mal en su intento de acabar con DACA.
“La decisión no fue explicada de forma adecuada y, por tanto, fue arbitraria y caprichosa”, explicó el juez Albert Díaz, quien calificó la actuación del gobierno de “controvertida y polémica”.
Trump anunció en septiembre de 2017 su propósito de acabar con un programa de alivio contra la deportación que amparaba a más de 690 mil jóvenes, beneficiados de una acción impulsada por el expresidente Barack Obama.
La decisión de la Corte de apelaciones de Virginia se une a la de California, y mantiene con vida el programa DACA. Es un paso de avance, nos brinda tranquilidad, pero queremos ir más lejos, comentó Eduardo.
Es probable que el gobierno lleve las decisiones al Tribunal Supremo y sea la alta corte la que decida la legalidad del DACA y el futuro en EU de miles de jóvenes.
La decisión judicial llegó horas después de que el presidente Trump presentara un nuevo plan migratorio, propuesta con la que quiere convertir la entrada a EU en un sistema meritocrático, que dejó sin respuesta la situación de los dreamers, algo que muchos consideran es inconcebible para los demócratas.
