La Comunidad del Caribe (Caricom) anunció que Estados Unidos se comprometió a ayudar a detener el flujo de armas de fuego ilegales hacia la región, que sufre un repunte de la criminalidad.
“Estados Unidos se ofreció a trabajar con los países del Caribe. Necesitamos su cooperación y apoyo para enfrentarlo (el tráfico ilegal de armas)”, aseguró el presidente del Consejo para la Seguridad Nacional y el Cumplimiento de la Ley (Consle, por sus siglas en inglés) de Caricom, Horace Chang.
El presidente de Consle explicó en rueda de prensa televisada que habrá colaboración de distintas agencias estadounidenses para tratar de poner freno a este flujo de armas hacia el Caribe.
Chang, quien también es ministro de Seguridad Nacional de Jamaica, denunció que las armas llegan al Caribe “muy fácilmente”.
La semana pasada, Jamaica fue sede de una reunión de Consle, en la que Chang informó que el problema del tráfico ilícito de armas de fuego se identificó como una amenaza de primer nivel en la Estrategia de Seguridad Regional de Caricom y como uno de los principales impulsores de la criminalidad.
“Ninguno de nuestros países fabrica armas de fuego y, sin embargo, los efectos nocivos de su proliferación y la contribución a la violencia de las pandillas impregnan nuestros respectivos territorios y son responsables de más del 70% de los homicidios en Caricom”, dijo entonces el responsable.
El compromiso de Washington de ayudar a la región se dio de hecho durante una extensa presentación durante esa reunión por parte de las agencias estadounidenses de Seguridad Nacional y Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, entre otras.
“Les gustaría aumentar su actividad significativamente en la región para comenzar el proceso de mitigación de este desafío realmente serio en el Caribe”, insistió este lunes Chang.
El presidente de Consle subrayó que “el tráfico continuo de armas de fuego ilícitas en el Caribe representa un riesgo claro y presente para todos los líderes caribeños”.
Es una lacra existente desde hace tiempo en países como Jamaica pero ahora, en lugar de disminuir, se está extendiendo por todo el Caribe, según Chang.
En Jamaica, el número de personas asesinadas durante los primeros nueve meses de este año asciende a 1.171, y las bandas criminales jamaicanas se están extendiendo a otros territorios como Islas Turcas y Caicos.
“Nuestros amigos en el este del Caribe están teniendo un serio problema con los delitos con armas de fuego. Esta amenaza está generando niveles significativos de violencia criminal en toda la región”, agregó.
Chang citó entre los países que recientemente han sido escenario de un aumento de la criminalidad Trinidad y Tobago, y Santa Lucía.
“Si las armas de fuego no están allí, se reducirán los incidentes de su uso, sin ninguna duda. Entonces, tenemos que enfrentar esta plaga que ahora nos ataca en toda la región”, aseveró.
Los miembros de Caricom son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, y Trinidad y Tobago. San Juan (EFE)