El alto costo de la vivienda en el condado de San Diego (California), la región más costosa para vivir actualmente en Estados Unidos, obliga a un creciente número de estadounidenses a buscar alternativas en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana.
En Tijuana, la mayoría de los potenciales compradores y arrendadores de vivienda son extranjeros provenientes de California, dijo a EFE Luis Bustamante, un experto en bienes raíces en Baja California que tiene clientes en ambos lados de la frontera.
“Cada mes cruzan la frontera de California a Baja California por la garita de San Ysidro unos dos millones de personas, de ellas cerca del 5 % viene a ver el mercado de bienes raíces, y aunque solo una fracción de ellos se queda, compra o renta vivienda, se traduce en una buena cantidad de dinero”, explicó Bustamante.
El año pasado se vendieron unos mil condominios en la llamada ‘zona costa’, Playas de Tijuana, Playas de Rosarito y Ensenada, y los extranjeros, principalmente de California, adquirieron por lo menos 300 condominios.
“Pero ahora la tendencia es a adquirir también condominios, pero en la zona céntrica de Tijuana. El año pasado se vendieron unos 500 condominios en esa zona y el 90 % de los compradores son de California”, explicó, por la cercanía a la garita de San Ysidro, a solo unos minutos y uno de los mayores puertos de entrada vehicular y peatonal de Estados Unidos.
Quienes más se mudan a la zona costa son estadounidenses mayores de 55 años, con hijos ya adultos, que buscan una segunda propiedad al lado mexicano de la frontera, y muchos estadounidenses de menos de esa edad que pueden trabajar en línea desde su casa.
Las familias jóvenes con menores prefieren continuar en California porque es donde están las escuelas de sus hijos.
Precios exorbitantes
El precio promedio de una casa familiar en el condado de San Diego es de 998.000 dólares, de acuerdo con la estadística de junio, la más reciente, de la consultora Realtor.com.
Un agente de bienes raíces que prefirió el anonimato calculó que, con la actual tasa de interés de alrededor de 7 %, quien ahora compre casa a ese precio pagaría unos 9.000 dólares mensuales, incluidos los impuestos, y si se renta, sería por cerca de 5.000 dólares.
Por otro lado, en México, los anuncios de renta en Playas de Tijuana por una casa de similares características rondan los 2.000 dólares mensuales.
Una persona necesitaría el 47 % de su actual presupuesto en el condado de San Diego o Los Ángeles para mantener en Tijuana el mismo nivel de vida que ahora tiene en el sur de California.
Sin embargo, “el problema es la pasada”, el cruzar la frontera a diario para trabajar, dijo Leticia Cuevas, una estadounidense, asistente de enfermera en San Diego que vive en una área céntrica de Tijuana.
“No hay un tiempo promedio para cruzar, un día puedes hacer unos minutos y al siguiente más de una hora” por el carril de cruce fronterizo más rápido, explicó.
De acuerdo con datos del Departamento del Transporte, cada día cruzan de Tijuana a San Diego por San Ysidro unos 43.500 vehículos, y otros 2.700 por el puerto de entrada de Otay, que está a unos 10 kilómetros (6 millas) al oeste.
Además, a dario pasan entre 20.000 y hasta 35.000 peatones de México al sur de San Diego, según la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
Pero para Leticia el ahorro compensa las demoras.
Cuenta que en San Diego rentaba una sola habitación con baño privado por 1.250 dólares mensuales y que un apartamento anda por los 3.000 dólares.
“En cambio en Tijuana estoy pagando 975 dólares por una pequeña casa entera”.
Las autoridades mexicanas tienen ahora un procedimiento para facilitar la mudanza de los estadounidenses al lado mexicano de la frontera.
Las familias adquieren un Certificado de Importación de Enseres Domésticos, un documento que expiden los consulados mexicanos por 169 dólares y exenta a quienes se mudan a México de pagar impuestos de importación al llevarse a su nueva casa el refrigerador, la lavadora, la estufa, los muebles y otros artículos desde California. San Diego (EFE)