Estados Unidos golpeó con nuevas sanciones a Bielorrusia en el tercer aniversario de las elecciones de 2020, que según los resultados oficiales, denunciados como fraudulentos por la oposición, dieron la victoria al actual presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
“Estados Unidos sigue apoyando al valiente pueblo de Bielorrusia en su búsqueda por un país basado en el Estado de Derecho, el respeto por los derechos humanos y un gobierno democráticamente electo y responsable”, dijo en un comunicado el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien tachó de “fraudulentas” las elecciones de 2020.
Específicamente, Estados Unidos impuso restricciones para obtener visados estadounidenses a 101 funcionarios del régimen de Lukashenko, entre los que se incluyen varios jueces a los que Washington acusa de dictar sentencias políticamente motivadas para coartar los derechos del pueblo bielorruso.
Además, EE.UU. sancionó a ocho individuos y cinco entidades por reprimir los movimientos democráticos dentro del país y dar apoyo a Rusia en la guerra contra Ucrania, detallaron en comunicados los departamentos de Estado y del Tesoro.
Entre las entidades sancionadas figura la aerolínea estatal Belavia, que ya había sido sancionada por la Unión Europea (UE), y la planta de avión de Minsk “407”, que según el Departamento del Tesoro es una de las mayores instalaciones de fabricación y reparación de componentes de aeronaves en Bielorrusia.
Bajo esas sanciones, los amonestados verán congelados todos los bienes que pudieran tener en Estados Unidos y se les prohibirá hacer transacciones financieras con cualquier ciudadano estadounidense, lo que en la práctica les dificultará el acceso al sistema financiero internacional, basado en el dólar.
Bielorrusia, una antigua república soviética, se ha convertido en uno de los mayores aliados de Rusia en la guerra en Ucrania y soldados de ambos países han hecho ejercicios militares conjuntos.
Lukashenko, en el poder desde 1994, ha accedido a acoger en Bielorrusia a mercenarios del Grupo Wagner después de la fallida rebelión del líder de ese grupo, Yevgeny Prigozhin, en junio de este año.
Además, al inicio del conflicto, Bielorrusia permitió que Rusia estacionara tropas en su territorio con la idea de que pudieran llegar a Kiev usando la ruta terrestre más corta, en una ofensiva que fracasó. Washington (EFE)
