EE.UU. anuncia nuevo envío de armas a Ucrania por 250 millones de dólares

El gobierno de Estados Unidos consideró oportuno anunciar un nuevo envío de 250 millones de dólares en armamento para Ucrania, de acuerdo a un comunicado emitido por el Departamento de Estado.

El paquete consta de municiones y otros componentes para sistemas de defensa aérea, municiones para sistemas de artillería de alta movilidad, municiones de artillería de 155mm y 105mm, municiones antiblindaje y más de 15 millones de cartuchos.

Se trata del “paquete final del año” 2023, aseguró el gobierno del demócrata Joe Biden, quien semanas atrás anunció que el dinero disponible para Ucrania -unos 75 mil millones de dólares- estaba a punto de agotarse. El gobierno no ha detallado cuánto de ese dinero queda. El mandatario advirtió recientemente que no se podía dar la espalda a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia.

El Congreso de los Estados Unidos, por su parte, ha dado el visto bueno o aprobado hasta la fecha esa suma para que Ucrania combata a las fuerzas rusas que invadieron aquel país en febrero del 2022. El conflicto se ha como empantanado, o sea, no se vislumbra una salida que permita ver el futuro con optimismo. El mandatario ucraniano Volodimir Zelenski ha visitado varias veces a los Estados Unidos y ha pedido más ayuda para frenar el ataque de las tropas rusas.

Es por eso que el gobierno lleva meses pidiendo al Congreso que apruebe un paquete de ayuda militar que incluya otros 61 mil millones de dólares para Ucrania, además de unos 15 mil millones para Israel, nación que también libra una guerra contra la organización política militar de Palestina, y se le considera un grupo terrorista, formado allá por 1987, y su objetivo es la liberación de Palestina.

Sin embargo, urge destacar que el escepticismo de un buen número de republicanos a destinar más dinero a Ucrania ante un escenario de estancamiento de la guerra, ha impedido que su aprobación salga adelante por el momento.

Los republicanos piden, a cambio de aprobar ese paquete, cambios profundos en la política migratoria interna de los Estados Unidos. Washington (EFE)

 

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