Estados Unidos todavía trabaja para traer de vuelta al soldado que cruzó la frontera a Corea del Norte el mes pasado, pese a la afirmación de Pionyang de que ha pedido asilo en el país, según dijo a la cadena CNN un funcionario del Departamento de Defensa.
El funcionario aseguró además que su oficina no puede corroborar la información, revelada por la agencia estatal norcoreana KCNA, de que el soldado estadounidense, Travis King, ha solicitado asilo por la discriminación racial que sufre en el Ejército.
“La prioridad del Departamento es traer al soldado King de vuelta a casa, y trabajamos a través de todos los canales posibles para lograr ese resultado”, explicó la fuente.
Un portavoz de la familia de King pidió a las autoridades norcoreanas que dejen al joven hablar con su madre, y que lo traten con humanidad.
El soldado cruzó el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar y entró en territorio norcoreano mientras realizaba una visita turística de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) en el corazón de la frontera entre las dos Coreas.
El Pentágono afirmó a finales del mes pasado que no había registrado progresos ni en los contactos ni en posibles negociaciones con Corea del Norte sobre King, y que desconocía en qué estado se encontraba.
Es la primera vez que los medios del régimen norcoreano confirman la presencia del soldado estadounidense en el país.
King, de 23 años, cruzó la frontera al Norte después de haber pasado 48 días en un taller penitenciario de Corea del Sur debido a que no pagó la multa que se le impuso en febrero por patear y dañar un coche de policía en Seúl.
Como medida disciplinaria, Washington decidió repatriarlo, pero King huyó del aeropuerto internacional de Incheon, que da servicio a Seúl, donde debía tomar un vuelo de regreso Estados Unidos, y al día siguiente reservó una visita turística a la JSA que aprovechó para cruzar a Corea del Norte. Washington (EFE)