Dos senadores demócratas han aceptado la invitación de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW) para ir a las plantaciones y recoger verduras y frutas como parte de una campaña para legalizar el estatus migratorio de millones de peones rurales.
Los senadores Álex Padilla, de California, y Cory Booker, de Nueva Jersey, fueron los primeros en responder a la invitación hecha por UFW a los 100 miembros de la Cámara Alta en el Congreso.
Los demócratas, con una leve mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, promueven una legislación que otorgaría a los trabajadores agrícolas y los designados como "esenciales", un proceso para la legalización de su permanencia en Estados Unidos y, eventualmente, la ciudadanía.
Según un estudio de la Universidad Tufts, el 49 % de los trabajadores agrícolas no está autorizado para trabajar legalmente en EE.UU., y el 83 % de ellos es hispano.
Los latinos son el 35 % de los peones rurales nacidos en Estados Unidos, y casi 7 de cada 10 trabajadores rurales contratados han nacido en México.
"Día tras día los trabajadores agrícolas se presentan para las tareas más duras de Estados Unidos", indicó en una declaración Padilla, hijo de inmigrantes mexicanos.
"Estos trabajadores lidian con calores extremos, lesiones y enfermedades para poner la comida en nuestras mesas, y aún así a muchos se les niegan salarios justos, protecciones laborales y una senda a la legalización", agregó.
Por su parte Booker, cuyo padre y madre se contaron entre los primeros ejecutivos afroamericanos de IBM, señaló que "los esfuerzos críticos de los trabajadores sustentan nuestros sistemas de agricultura y alimentación a pesar de carecen de protecciones legales y beneficios del empleo".
La directora ejecutiva de UFW, Diana Tellefson Torres, agradeció a Booker y Padilla su disposición para "trabajar un día en la situación de los peones agrícolas a fin de experimentar la dura labor y el compromiso que se requieren para alimentar al país".
El pasado junio los demócratas de la Cámara Baja aprobaron dos proyectos de ley que buscan dar acceso a la ciudadanía a titulares, entre otros, de los programas de Acción Diferida a Llegados en la Infancia (DACA), Estatus de Protección Temporal (TPS) y Partida Forzada Diferida (DED) y también a trabajadores agrícolas.
Pero la medidas necesitan ahora el visto bueno del Senado, donde republicanos han manifestado su rechazo.
Ante este panorama, los demócratas han apostado por la reconciliación, una fórmula legislativa que posibilitaría incluir la reforma migratoria dentro de una legislación presupuestaría más general.
Así intentarían esquivar el bloqueo de los republicanos en el Senado al permitir aprobar un proyecto de ley con mayoría simple de 50 votos, en vez de los 60 que hacen falta normalmente.
Los planes de los demócratas es sacar adelante la reconciliación presupuestaria este mes de septiembre, aunque todavía hay serias dudas de que puedan conseguirlo. Washington (EFE)