Por Michael BIESECKER y Emery P. DALESIO
Los abogados de un general del ejército acusado de agresión sexual dijeron el martes 11 que buscarán renegociar un arreglo extrajudicial de culpabilidad, a cambio de reducción de pena, con un nuevo grupo de mandos castrenses, luego que el juez determinar que el caso pudo haberse visto influenciado indebidamente por razones políticas.
El juez, el coronel James Pohl, envió al jurado de generales a sus puestos de mando en todo el mundo después que los abogados defensores del brigadier general Jeffrey A. Sinclair anunciaran su decisión.
Ambas partes iniciarán ahora las negociaciones para buscar solucionar el caso. Un nuevo general con nuevos asesores legales tendría que aprobar cualquier potencial acuerdo nuevo.
“Hay otros asuntos que han surgido en este juicio”, dijo Pohl al jurado antes de relevarlo de sus funciones. “En ocasiones hay giros y recodos que no se pueden anticipar”.
Pohl se negó el lunes 10 a sobreseer los cargos, pero examinó nuevos correos electrónicos en el caso de Sinclair y dijo que descubrió la apariencia de una “influencia ilegal de los mandos” en la decisión de los jefes de Fort Bragg de rechazar en enero un acuerdo con el general.
El giro ocurrió mientras el Pentágono está bajo una presión fuerte del Congreso y más allá para que combata las violaciones y otros delitos sexuales en las fuerzas armadas.
Bajo el código penal militar, el fallo debería haber sido decidido solamente según las pruebas, no por implicaciones políticas más amplias.
Sin embargo, Pohl dijo que los correos electrónicos demostraron que los mandos militares que rechazaron el acuerdo judicial analizaron una carta del abogado de la parte acusadora. La carta advirtió que permitir que el general no fuera juzgado “mandaría una señal equivocada”.
Sinclair, de 51 años y subcomandante de la 82da División Aerotransportada, es acusado de obligar en dos ocasiones a una capitana a practicarle una felación en Afganistán en 2011, durante un amorío extramarital de tres años. El acusado admitió el amorío pero niega haber agredido a la mujer.
La defensa ha tratado de representar a la mujer como una mentirosa que ideó las acusaciones tras ver correos electrónicos entre Sinclair y otra mujer.
Sinclair, al parecer el mando de mayor rango enjuiciado por acoso sexual en Estados Unidos, apareció de buen ánimo al abandonar el tribunal el martes 11, bromeando con policías militares que vigilan la puerta. FORT BRAGG, Carolina del Norte. EE.UU. (AP)