El Centro Nacional de Huracanes (NHC) reportó que Hermine mantiene vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora, por lo que mantiene la alerta de inundaciones y condiciones peligrosas en las carreteras.
Ante los reportes oficiales, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, decretó el estado de emergencia en los condados costeros de Ocean, Atlantic y Cape.
“Las condiciones climáticas inminentes constituyen un peligro que amenaza la salud, la seguridad y los recursos de esos condados”, señaló Christie.
La declaratoria activa el Plan Estatal de Operaciones de Emergencia, que incluye el eventual despliegue de la Guardia Nacional.
Hermine, que azotó al estado de Florida como huracán para luego debilitarse a tormenta tropical, no causó daños catastróficos, pero echó a perder los planes vacacionales de miles de estadunidenses que planeaban pasar el último día del verano en la playa.