La inmigración, tema clave en la agenda de gobierno de Donald Trump, y protagonista de la pasada campaña electoral, genera debate, que se concentra en el visado que permite la contratación de profesionales extranjeros para trabajar en EE.UU y que está dividiendo a sus partidarios.
Se escuchan las voces de Ellon Musk y Vivek Ramaswamy, líderes del ‘Departamento de Eficiencia Gubernamental’ del gobierno de Trump, enfrentados con el sector más conservador de los seguidores de Trump, quienes se oponen a las visas H-1B, de las que han dependido las empresas tecnológicas por mucho tiempo.
Musk como Ramaswamy han publicado mensajes en apoyo a la H-1B -que han generado respuestas inmediatas entre el público- alegando que este programa es necesario porque la cultura de EEUU no da prioridad al éxito en carreras científicas y de ingeniería en comparación con otros países, destaca The Hill.
“EEUU alcanzó su grandeza en los últimos 150 años porque fue una meritocracia, más que cualquier otro lugar de la Tierra. Lucharé hasta mi última gota de sangre para garantizar que siga siendo esa tierra de libertad y oportunidades”, dijo Musk.
Los que defienden las visas H-1B alegan que son esenciales para emplear a trabajadores extranjeros altamente calificados y los del sector de extrema derecha opinan que ha sido una forma para que las empresas tuvieran mano de obra barata en lugar de dar más oportunidades a los estadounidenses.
Musk, que se benefició de una visa H-1B, afirma que ha dependido de estas visas para la contratación de personal para sus empresas.
Ramaswamy apuntó que la falta de ingenieros nacidos en Estados Unidos en el mercado laboral se debía a la cultura estadounidense que “ha venerado la mediocridad por sobre la excelencia”.
“El sistema H-1B está dañado, debería ser reemplazado por uno que se enfoque en seleccionar a los mejores de los mejores”, indicó.
La controversia de ataques y contraataques surge porque Trump ha expresado su deseo de otorgar más visas de trabajo a personas calificadas. Nueva York (EFE)