El congresista estadounidense Adriano Espaillat defendió junto a otros líderes demócratas al fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, tras las amenazas que ha recibido por la investigación sobre el supuesto pago del expresidente Donald Trump a una actriz porno, y aseguró que no permitirá “otro 6 de enero”.
Espaillat, concejales y asambleístas de Nueva York se convocaron hoy en Harlem para dar apoyo de su vecino del distrito 13, donde residen, por las “varios cientos de amenazas” dirigidas en las últimas semanas tanto al fiscal como a su equipo de trabajo.
“Estamos aquí como comunidad, como residentes del distrito 13 al que él pertenece para apoyar al fiscal y su familia y asegurar que el proceso siga, que sea respetado y que el gran jurado pueda llegar a una conclusión”, dijo en una conferencia de prensa bajo estrecha vigilancia policial.
La investigación ha durado casi cinco años y se centra en un pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels -presuntamente a cambio de su silencio sobre una relación sexual en 2006- durante la campaña electoral que llevó a Trump a la Casa Blanca en 2017.
Un gran jurado de la fiscalía de Manhattan ha escuchado a varios testigos y se espera que esta semana dé a conocer si presenta cargos contra el exmandatario republicano.
“Queremos asegurar que Nueva York esté en paz, no vamos a permitir otro 6 de enero”, dijo al referirse al ataque al Capitolio en 2021 por miles de seguidores de Trump para intentar impedir la ratificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden, espoleados por las falsas acusaciones de fraude vertidas por el expresidente.
El congresista -primer dominicano en ser electo a ese cargo- recordó que Trump sugirió que habrá caos en la ciudad si hay un resultado en su contra, y que las amenazas recibidas por la Fiscalía han sido por correo.
“Entendemos que el proceso debe continuar y que nadie está por encima de la ley, ni un expresidente”, dijo Espaillat, secundado por la concejal Julie Menin, que representa a Manhattan, quien consideró las amenazas “inaceptables”.
El pasado viernes 24 la fiscalía de Manhattan recibió un sobre que contenía un polvo blanco - que se determinó no era peligroso- y una amenaza de muerte por escrito para Bragg.
“Bragg merece respeto, ha sido atacado por hacer su trabajo”, afirmó por su parte Nick Smith, de la Oficina del Defensor del Pueblo, insistiendo en que “ningún presidente, rey o primer ministro pueden impedir que el fiscal haga su trabajo”.
María Luna, una activista de la comunidad dominicana, señaló que “ya es tiempo de que se ponga fin a las faltas de respeto de Trump y su familia”.
Durante el fin de semana también hubo otros eventos en apoyo a Bragg, primer afroamericano en su cargo, quien ha reiterado que la fiscalía no se dejará amedrentar por las amenazas.
Esos mensajes han movilizado a la policía a extremar la seguridad en torno a su oficina, así como en el tribunal donde se presentarían cargos a Trump si así lo decide el gran jurado. Nueva York (EFE)