Castigan con 15 años de prisión a policía que mató a afroamericano

Roy Oliver, ex agente de policía de Balch Springs, en el  sureste de Dallas, fue sentenciado a 15 años de prisión y al pago de una multa de 10 mil dólares, por el homicidio del adolescente afroamericano Jordan Edwards, en uno de los escasos castigos impuestos a policías.

Un jurado de una corte del condado de Dallas deliberó por más de cinco horas, antes de emitir la sentencia la noche del miércoles, después de dos emotivos testimonios durante el juicio.

Oliver es el primer exagente de policía en el condado de Dallas en ser responsabilizado de un homicidio en los últimos 40 años y es uno de los pocos casos en todo Estados Unidos, en el que un agente anglosajón es sentenciado por la muerte de un afroamericano.

El abogado de la familia del adolescente, Daryl K. Washington, dijo que hubieran querido una sentencia más larga, pero consideraron que la condena es un paso en la dirección correcta.

"Sabemos que hay padres en todo el país a quienes les encantaría ver a la persona que le quitó la vida a su hijo pasar los próximos 15 años en prisión", indicó Washington.

El procurador del condado de Dallas, Faith Johnson, afirmó que respetará el veredicto del jurado.

"Tenga en cuenta que amamos a nuestra policía. Confiamos en ellos. Sabemos que están comprometidos en garantizar que la gente del condado de Dallas esté a salvo y segura, así que los amamos y apoyamos a la policía", señaló Johnson.

"Sin embargo, no apoyamos las 'manzanas podridas'. Queremos decirle a personas como Roy Oliver que si salen a matar a alguien, nos comprometemos a asegurarnos de procesar a las personas de esa manera", enfatizó.

El abogado del exagente, Bob Gill, adelantó que apelará la sentencia. Oliver será elegible para libertad condicional después de cumplir siete años y medio de prisión.

Roy Oliver disparó su rifle AK-47 la noche del 29 de abril de 2017 contra un vehículo lleno de adolescentes, cuando el automóvil se alejaba, provocando la muerte de Edwards, quien recibió un balazo en la cabeza.

Edwards, quien tenia 15 años y estudiaba el primer año de preparatoria, se había subido al vehículo junto a otros cuatro adolescentes para alejarse de una fiesta que se efectuaba en una casa, cuando la policía llegó al lugar para investigar una queja de menores de edad consumiendo bebidas alcohólicas.

Oliver testificó que disparó contra el automóvil porque temía que su compañero, el agente Tyler Gross, estuviera en peligro.

Las imágenes de una cámara de video, portada sobre el uniforme de Oliver, mostraron que el automóvil se estaba alejando de los agentes y Gross testificó que no temía por su seguridad.

El homicidio de Edwards se sumó a otras muertes de alto perfil de personas de origen afroamericano registradas en Estados Unidos, después de encuentros con la policía y que han provocado indignación y protesta en los últimos años. Dallas (NOTIMEX)

 

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