La compañía estadounidense Boeing ha pagado 160 millones de dólares a la aerolínea Alaska Airlines por el incidente del pasado enero en el que uno de sus aviones modelo 737-9 MAX perdió parte del fuselaje mientras volaba, según informó la aerolínea.
En un documento entregado al regulador bursátil de Estados Unidos, Alaska Airlines indica que se trata de una “compensación inicial” del fabricante de aviones para cubrir los daños financieros derivados del incidente y la paralización de los aviones para que fueran revisados.
“El pago en efectivo equivale a la pérdida de beneficios derivada del accidente y la paralización en el primer trimestre de 2024. Se espera una compensación adicional después del primer trimestre, cuyos términos son confidenciales”, agrega la empresa.
Alaska Airlines explica a la Comisión de Mercado y Valores (SEC, en inglés) que tras el incidente de enero, el bloqueo de los 737-9 MAX se alargó hasta febrero e inmediatamente después tuvo algunos problemas en las reservas de vuelos.
No obstante, reconoce que sus “ajustes estratégicos” y una “demanda sólida en el trimestre” han contribuido a que acabara registrando unos resultados en febrero y marzo mejores de lo que esperaba.
Boeing, el segundo mayor fabricante de aviones comerciales del mundo, vive de nuevo una crisis por una serie de recientes incidentes con sus aviones y su consejero delegado, Dave Calhoun, ya ha anunciado que renunciará al cargo este año.
La empresa lleva cinco años con pérdidas anuales, primero por la crisis desatada al estrellarse dos 737-8 MAX en similares circunstancias en octubre de 2018 y marzo de 2019, lo que caúsó la muerte de 346 personas, y después por la pandemia de covid-19. Nueva York (EFE)