La legislación, interpuesta por el representante estatal republicano, Jason Villalba, se presentó luego de que el pasado domingo un agente de policía de San Antonio fue asesinado dentro de su patrulla, en el centro de esa ciudad.
La Ley de Delitos de Odio de Texas define los crímenes de odio como delitos que son motivados por prejuicios o rencores.
De ser aprobada, la propuesta de ley HB 429 aumentaría los castigos que se imponen por atacar a un policía, bombero o paramédico.
“Texas armará a nuestros fiscales y jueces con todas las herramientas que necesiten para castigar en la mayor medida posible a aquellos que dañan a nuestros policías y personal de emergencia”, sostuvo Villalba.
El legislador indicó que solicitará que su iniciativa se convierta en un tema legislativo de emergencia para el gobernador, de modo que sea analizada y aprobada tan pronto la legislatura estatal comience su periodo de sesiones en enero próximo.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, sugirió en julio pasado a los legisladores una iniciativa de ley de este tipo, después de que un francotirador matara a cinco agentes de policía de Dallas.
De acuerdo con el sitio de internet Officer Down Memorial, que monitorea los ataques a los agentes de la ley, 58 policías han sido muertos a balazos en lo que va de 2016 en todo Estados Unidos, siete de ellos en Texas.
