Asesor de Casa Blanca advierte riesgos de anular acercamiento a Cuba

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Por Rubén Barrera. Corresponsal

 

Washington, 13 Dic (Notimex).- El gobierno del presidente estadunidense Barack Obama intentará convencer a su sucesor electo Donald Trump para no revertir el acercamiento a Cuba implementado hace dos años, y enfatizará sus beneficios bilaterales y regionales.

El asesor de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca, Ben Rhodes, reconoció que existe incertidumbre en Cuba por el curso que podría tomar el gobierno de Trump.

“Creo que hay incertidumbre. Ellos quieren ver cuál es la aproximación que tendrá la próxima administración”, dijo el funcionario a reporteros, quien subrayó que hasta ahora sólo existen pronunciamientos generales por parte de Trump.

Aunque el presidente Obama ha mantenido conversaciones frecuentes con Trump, Rhodes rehusó revelar si el tema de Cuba ha sido abordado, e insistió en mantener la privacidad de tales contactos.

Pese a ello, recalcó que “vamos a usar el tiempo que nos queda para argumentar nuestro caso directamente ante la nueva administración y el público” sobre la necesidad de mantener la política anunciada por Obama y el presidente cubano Raúl Castro en diciembre de 2014.

El mes pasado, en su cuenta oficial de la red Twitter, Trump reiteró su intención de dar marcha atrás al acuerdo con Cuba, a menos que el régimen de La Habana implemente cambios sustanciales en derechos humanos.

“Si Cuba no está dispuesta a mejorar las condiciones para el pueblo cubano, el pueblo cubano-estadunidense y los estadunidenses como un todo, le pondré fin al acuerdo”, advirtió entonces.

Rhodes dijo que el mensaje que la administración Obama ha comunicado al gobierno cubano al respecto “es similar a lo que hemos dicho a otros países de todo el mundo: esperar y ver”.

Hizo hincapié en que resta por conocer los nombramientos en el nuevo gobierno, las políticas que se buscará impulsar, y la definición de las prioridades en su aproximación hacia Latinoamérica.

En este sentido, dejó en claro las consecuencias que tendría a nivel regional la posible regresión en la nueva política hacia la isla, que durante más de medio siglo fue motivo de fricciones con la mayoría de los países de la región.

“Para muchos países era difícil trabajar con nosotros cuando teníamos la vieja política hacia Cuba, y volver a ese tipo de aproximación, tener una reducción en nuestra relación, no sólo será dañino en términos de Cuba, creo que nos dañará en Latinoamérica”, advirtió.

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