Tres estudiantes presentaron una demanda contra la Universidad de Harvard (Massachusetts, Estados Unidos) por ignorar sus denuncias sobre el supuesto acoso y abuso sexual de un profesor.
El escrito de la demanda, interpuesta ante una corte federal en Boston, versa sobre “el fracaso de Harvard durante una década en proteger a las estudiantes de abusos sexuales y de las represalias de acabar su carrera”.
Margaret Czerwienski, Lilia Kilburn y Amulya Mandava sostienen que el profesor de Antropología John Comaroff, “un académico reconocido” en su ámbito, empleó durante años su posición de poder para aprovecharse de las alumnas.
“Besó y toqueteó a estudiantes sin su consentimiento, hizo insinuaciones sexuales no deseadas y amenazó con sabotear las carreras de sus estudiantes si se quejaban”, reza el escrito.
En el caso de Kilburn, Comaroff supuestamente la besó de forma repetida y forzosa, la manoseó en público, fantaseó en voz alta con su violación y asesinato, la alejó de otros profesores e hizo descarrilar su trayectoria académica, afirman. Comaroff, dicen, amenazó a Mandava y Czerwienski, manchó sus reputaciones e hizo descarrilar sus carreras.
La denuncia alega que estas acciones fueron posibles gracias a la “indiferencia deliberada de Harvard”, pues las víctimas se quejaron en varias ocasiones a los gestores de la universidad, que optó por no hacerles caso y “proteger a su profesor estrella por encima de estudiantes vulnerables”.
En el escrito defienden que no están solas y recuerdan que un comité creado por la universidad para examinar el ambiente dentro del Departamento de Antropología concluyó que está plagado de “un patrón de sexismo, misoginia y mala praxis”.
La demanda cita un informe que señala que un tercio del alumnado de dicho departamento dijo haber sufrido acoso.
Los abogados de Comaroff subrayaron que su representado “niega categóricamente haber acosado o haberse vengado de ningún estudiante” y aseguraron que el profesor no tocó ni besó “de manera inadecuada” a Kilburn;
dijeron que sus comentarios sobre una violación de Kilburn fueron parte de un consejo que Comaroff dio a la alumna para que se mantuviera segura en un viaje a Camerún, un país que criminaliza la homosexualidad.
La demanda contra la universidad es el último episodio de un escándalo que se remonta a hace un año.
Comaroff está de baja administrativa y la universidad le ha prohibido dar clase hasta el próximo año académico.
Harvard no ha hallado al profesor culpable de conducta física o sexual inapropiada, sino únicamente responsable de violar de manera verbal las políticas del centro. Más de 90 académicos han firmado una carta abierta en apoyo a Comaroff. Washington (EFE)